Formas de sociabilidad y de relación con el territorio urbano - CIMOP

136 2ª parte La cultura urbana sevillana. Pautas tradicionales y factores de cambio y transformación
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En este sentido, los discursos ante la movida, ante la botellona expresan un nivel de preocupación y de segmentación social y generacional
mucho más elevado que el evidenciado por los discursos ante la suciedad. Si ésta se veía como un problema de convivencia y de falta de
responsabilidad vecinal en el cuidado de Sevilla, el “botellón” se percibe como un grave problema, como una fractura de la convivencia
ciudadana en la que se enfrentan tópicamente jóvenes y adultos. Ante ella se generan discursos sociales relativamente diferenciados en
función de unas y otras generaciones, de unos y otros grupos sociales, poniéndose de manifiesto la pluralidad de puntos de vista de la
sociedad sevillana a este respecto.
La perspectiva generacional
Los adultos presentes en los grupos consideran la movida y el botellón como un fenómeno que perturba, en mayor o menor medida, la
convivencia social y urbana de Sevilla. Para ciertos sectores, la perturbación es relativamente liviana, cercana a la consideración de la
suciedad; para otros, la movida acaba transformándose en un verdadero “vandalismo”.
C127
La movida supone, además, una importante transformación en las formas de uso y de apropiación del territorio urbano dominante en
la cultura urbana tradicional de Sevilla. Como vimos en uno de los primeros capítulos, las citadas formas de relación y apropiación del
espacio estaban relativamente ordenadas, reguladas e, incluso, ritualizadas. Cada una de las citadas configuraciones sociales se vinculaba
tendencialmente con un cierto lugar o territorio, y desarrollaba en él su forma singular de vincularse con el espacio urbano sevillano.
La movida juvenil, el fenómeno del botellón rompe este orden clásico de relación con la ciudad e instaura un modelo más cambiante, más
modal y desordenado que conlleva unos usos sociales del territorio muy distintos a los clásicamente desarrollados en la ciudad. Mientras
que los adultos siguen más concentrados en sus respectivos barrios a la hora del uso de su tiempo libre, los jóvenes tienden de forma
creciente a ocupar todo el espacio de la ciudad, más allá de su barrio. Además, en lugar de desarrollarse la movida en ciertos lugares
regulados para ello, su característica, como en otro lugares de España, es el uso mayoritario de espacios públicos, como los parques y la
calle, y de espacios particulares, como los bajos y soportales de los inmuebles. Esta perturbación afecta y es denunciada por los más adultos,
que señalan cómo la movida ha invadido tanto los espacios públicos de la ciudad, sus plazas y zonas verdes, como sus espacios residenciales
más particulares.
Para los más jóvenes, sin embargo, la movida se reduce a unas simples “molestias” que, además, no afectan mucho a la convivencia vecinal,
en la medida en que sus lugares de desarrollo no se ubican al lado de las viviendas, se dice.
C128
La defensa de la movida juvenil, en el caso de ciertos sectores juveniles más críticos, se convierte en un discurso justificativo de ésta como
una expresión de la crisis que afecta a la condición joven en nuestra sociedad.
RG. nº5
mujeres 35-45 años
clase m
dos Hermanas
C126
Lo de las movidas, ya más o menos sabemos cómo
funciona, pero y luego, grupos estos que hay de gente que
está metida en la droga. Porque allí cerca de casa yo vivo
en la parte de atrás de la avenida de los Gavilanes, bueno,
pues yendo al parque Amate, hay una zona que es Santa
Teresa. Eso es increíble la de chavales que había ayer... ayer
pasé yo no sé si había cincuenta o sesenta, con las litronas,
con la droga, que allí se sabe donde se vende... ¿Eso no se
puede hacer algo? Yo lo digo porque bastante desgracias
tienen esas criaturas en estar donde están, pero, ¿no se
puede hacer algo? Es que cualquier persona que te viene al
barrio y ve esa entrada.
RG. nº6
trabaj. Industriales
40-55 años
barrios “extra-muros”
sevilla
RG. nº7
Jóvenes 27-35 años
clase mb
barrios periféricos
C127
Lo veo así y aparte que también veo que hay mucho
vandalismo. Vivo al lado de Los Arcos, al lado de la casa
Cuna, y hay un vandalismo tremendo por lo menos en la
zona donde vivo yo que es en la Audiencia de Miraflores,
eso es que da pena.”
C128
... cosa que querían era defender la de Puerta Triana y la
parte de la movida de lo que es las orillas del río de por
aquella parte, que bueno, que desde mi punto de vista ni
es una movida perjudicial para la sociedad sevillana, ni
creo que haya un índice de delincuentes como a lo mejor
últimamente se está intentando vender. Ni creo que toda la
juventud que a lo mejor está utilizando los márgenes del río
para el tema este de las botellonas y demás, tampoco creo
que sea tan perjudicial para el funcionamiento de la ciudad.
El discurso que justifica la movida del botellón es especialmente desarrollado por los grupos y entrevistados juveniles de clases medias
bajas. Para estos sectores, el hecho de ser joven en nuestra sociedad está afectado por toda una serie de problemas: paro, eventualidad,
trabajo precario, falta de horizontes personales, etc. De ahí, sigue señalando este discurso, que sea hasta cierto punto normal la explosión
de la movida en Sevilla, más aun teniendo en cuenta el menor grado de renta y riqueza per cápita de sus habitantes en relación con otras
ciudades españolas o extranjeras.
C129
La situación de mayor pobreza relativa de Sevilla, de mayor bloqueo en la capacidad de emancipación de los propios jóvenes sevillanos, se
encuentra estrechamente relacionada, en opinión de los mismos jóvenes, con las características de la movida en Sevilla y con la fuerza del
botellón en la ciudad.
C130
Sin embargo, más allá de este discurso justificativo, el propio grupo de jóvenes de clases medias bajas parece estar empezando a tomar
conciencia de cómo la botellona puede acabar afectando negativamente a los propios jóvenes. Al menos los sectores más adultos de este
grupo joven han señalado cómo el botellón, iniciado por una serie de razones, acaba transformándose en un “fenómeno social” con vida
propia. Este fenómeno termina por provocar comportamientos juveniles negativos y conflictivos para los mismos jóvenes, de inducir toda
una serie de comportamientos que incrementan la fragilidad y el grado de vulnerabilidad social de los propios jóvenes.
C131
De esta forma, la botellona retroalimenta la fragilización de la situación social de muchos de sus participantes, acentúa su proximidad al
fracaso escolar, su asociación con conductas más o menos marginales y, con ello, también el “riesgo social” para sus participantes 68 .
La perspectiva social ante la movida
No sólo jóvenes y adultos se diferencian con relación a los discursos y consideraciones que producen ante el fenómeno de la movida juvenil;
unos y otros grupos sociales también sugieren líneas de análisis e interpretación relativamente disímiles ante ella.
68. En Los hijos de la desregulación: Jóvenes, usos y abusos en los consumos de droga, he tratado de analizar el impacto de la crisis del trabajo y de su precariedad en las formas
de vida y en las pautas de consumo de los jóvenes (Conde 1999).
RG. nº7
Jóvenes 27-35 años
clase mb
barrios periféricos
H Estoy de acuerdo porque en el centro, cuando iba la
gente al centro a la movida los vecinos se quejaban, te ibas
a otro sitio y se quejaban.
M Pero era una forma de estar también...
H Sí, pero a cualquier sitio que te vas los vecinos es normal
que se quejen.
C129
M También se sale. Yo he estado viviendo en Madrid y
también bajaba a tomarme una cerveza. Lo que pasa yo
creo que es el problema del trabajo. Porque aquí, como ha
dicho él, no hay mucho acceso para la gente más joven.
H No hay salida.
M No hay salida y si no tienen un trabajo más o menos
estable tampoco puedes decir me voy a meter en una
vivienda o en un coche. Sí, sales a tomar una cerveza,
porque dices después de que no tengo coche, no tengo piso
...
(¿?)
H Si no tienes dinero no puedes comprarte un piso, si no
puedes comprarte un piso pues no ...
(¿?)
M Por lo menos inviertes para una tapita aunque sea.
H Si no tienes dinero no te puedes ir a los bares a tomarte
una copa así, como estamos nosotros aquí ahora mismo
que te cuesta ochocientas pesetas, o mil pesetas o mil
doscientas. ¿Qué haces?, con las mil doscientas te vas, te
compras una botella, un litro de refresco y te tomas seis
veces lo que te tomas en un ratito.
M Tú vas a Londres por ejemplo y esto es un whisky y ponte
que al cambio pagas ochocientas. La primera vez que yo
fui le dije no, yo no quiero esto, yo quiero tres veces esto,