160 3ª parte El área metropolitana <strong>de</strong> Sevilla. Consolidación y nuevas problemáticas urbanas 161 Cuadro nº23 Principales ventajas <strong>de</strong> vivir en su localidad Total (1014) Tranquilidad Sus gentes Dotac. Rec. General Estilo <strong>de</strong> vida Clima Cercanía al centro Bonita/agradable Bien comunicado Fiestas y tradic. Calidad <strong>de</strong> vida Tranquilidad Sus gentes Dotac. Rec. General Estilo <strong>de</strong> vida Clima Cercanía al centro Bonita/agradable Bien comunicado Fiestas y tradic. Calidad <strong>de</strong> vida 26,3% 23,0% 21,8% 13,1% 9,8% 9,1% 8,9% 6,1% 4,4% 4,0% Triana (82) 13,4% 36,2% 17,8% 15,7% 19,6% 2,1% 9,3% 21,3% 7,4% Sevilla ciudad (672) 11,1% 30,1% 26,4% 10,7% 12,8% 3,8% 12,7% 5,4% 5,9% 5,1% Corona (342) 56,1% 9,1% 12,7% 17,9% 3,9% 19,4% 1,4% 7,4% 1,3% 1,7% Casco antiguo (52) 35,2% 30,5% 11,7% 18,0% 8,0% 10,2% 3,1% 6,0% Aljarafe (171) 61,7% 7,3% 11,5% 15,9% 7,5% 29,5% 1,7% 12,0% 2,7% 2,0% Macarena (148) 9,7% 21,4% 31,2% 10,1% 7,5% 5,2% 12,1% 8,3% 2,0% 5,6% Aljarafe centro (96) 64,1% 9,6% 8,8% 18,8% 13,4% 28,2% 0,9% 13,1% 2,2% 3,6% Nervión (120) 12,7% 20,4% 32,3% 8,5% 14,6% 5,3% 12,0% 3,1% 1,4% 3,7% Resto Aljarafe (75) 58,7% 4,4% 15,0% 12,1% 31,2% 2,9% 10,7% 3,3% Este (162) 16,1% 44,9% 21,5% 9,7% 16,0% 1,6% 12,7% 7,6% 7,9% 6,0% Sector sur (136) 42,2% 9,0% 17,1% 22,8% 8,9% 1,4% 3,0% 1,7% Sur (108) 7,3% 23,6% 25,1% 11,2% 5,6% 2,9% 18,1% 5,7% 1,8% 5,5% Sector norte (35) 82,8% 18,6% 1,7% 9,1% 1,6% 11,3% Mientras que en la ciudad <strong>de</strong> Sevilla “sus gentes”, su infraestructura y sus dotaciones, y la propia ciudad como tal cuentan <strong>con</strong> un peso muy significativo en la estructura <strong>de</strong> respuestas, en <strong>el</strong> resto <strong>de</strong> la aglomeración, y principalmente en <strong>el</strong> Aljarafe, dicha estructura se modifica para ganar mucho mayor peso la “tranquilidad” y los “estilos <strong>de</strong> vida” que en dichos ámbitos pue<strong>de</strong>n <strong>de</strong>sarrollarse, sin olvidar, la “cercanía” al centro <strong>de</strong> Sevilla, señalado por cerca <strong>de</strong> un 30% <strong>de</strong> los resi<strong>de</strong>ntes en <strong>el</strong> citado <strong>territorio</strong>. La distinta distribución <strong>de</strong> las respuestas en una y otra zona <strong>de</strong>l área metropolitana señala claramente la diferente <strong>r<strong>el</strong>ación</strong> y valoración que realizan los encuestados <strong>de</strong> sus entornos <strong>urbano</strong>s y territoriales, lo que coinci<strong>de</strong> <strong>con</strong> lo avanzado anteriormente <strong>con</strong> <strong>r<strong>el</strong>ación</strong> a la diferente estructura motivacional asociada a la resi<strong>de</strong>ncia en Sevilla, en <strong>el</strong> Aljarafe o en otra zona <strong>de</strong> la corona metropolitana. 1,7% 8.5. Algunas dimensiones más particulares <strong>de</strong> la satisfacción <strong>con</strong> las formas <strong>de</strong> vida en cada localidad A la hora <strong>de</strong> analizar la cultura urbana sevillana, hemos señalado cómo los espacios más importantes para los sevillanos eran la “viviendahogar” y la “calle”. Pues bien, a la hora <strong>de</strong> valorar en la investigación cuantitativa las dimensiones más particulares que producen más alto niv<strong>el</strong> <strong>de</strong> satisfacción a los encuestados, las cuestiones más valoradas son, precisamente, ambas cuestiones: la vivienda en la que se resi<strong>de</strong> y la calidad <strong>de</strong> vida más general <strong>de</strong> la ciudad en la que “los estilos <strong>de</strong> vida” sevillanos cuentan <strong>con</strong> un peso <strong>de</strong>cisivo, tal como pue<strong>de</strong> observarse en <strong>el</strong> siguiente cuadro. Cuadro nº24 Grado <strong>de</strong> satisfacción <strong>con</strong> diferentes ámbitos <strong>de</strong> vida en la ciudad en distintas áreas andaluzas Vivienda en la que resi<strong>de</strong> Calidad <strong>de</strong> vida en la ciudad Ocupación <strong>de</strong>l tiempo libre Calidad <strong>de</strong> vida en su barrio Situación laboral y <strong>de</strong> trabajo * Medias calculadas sobre la puntuación máxima <strong>de</strong> 5. Hu<strong>el</strong>va (Año 1993) 3,7 3,4 3,4 A.V. Granada (Año 1997) 4,11 4,06 4,05 4 A.M. Sevilla (Año 2001) No <strong>de</strong>ja <strong>de</strong> ser curiosa la diferencia entre la información producida en la investigación cualitativa y cuantitativa a este respecto. En <strong>el</strong> primer caso, la metodología <strong>de</strong>l grupo <strong>de</strong> discusión fomenta y acentúa la dimensión <strong>de</strong> la vida pública, <strong>de</strong> la <strong>sociabilidad</strong> sevillana sobre los discursos acerca <strong>de</strong> la propia vivienda. La propia situación grupal acentúa los “tópicos” existentes en la cultura urbana sevillana acerca <strong>de</strong> la vida en la calle, acerca <strong>de</strong> la primacía <strong>de</strong> <strong>sociabilidad</strong> sevillana sobre su posible “individualización”, sobre su posible particularismo. La metodología cuantitativa, la situación <strong>de</strong> la encuesta personal, por <strong>el</strong> <strong>con</strong>trario, favorece la respuesta más individualizada más allá <strong>de</strong>l tópico discursivo más social. De ahí que en la encuesta cuantitativa la vivienda recoge mejor valoración que la vida en la ciudad en general. Realizada esta pequeña digresión metodológica, los datos <strong>de</strong>l cuadro anterior expresan en todo caso un <strong>el</strong>evado grado <strong>de</strong> satisfacción explícita <strong>con</strong> <strong>r<strong>el</strong>ación</strong> a los diferentes planos en los que se expresa la vida en la ciudad. La propia investigación cualitativa abunda en esta misma apreciación, pero la matiza en <strong>el</strong> sentido <strong>de</strong> señalar un r<strong>el</strong>ativo componente crítico tras la apariencia <strong>de</strong> la <strong>el</strong>evada satisfacción. Ambas expresiones no <strong>de</strong>jan <strong>de</strong> tener una estrecha <strong>r<strong>el</strong>ación</strong> <strong>con</strong> la forma singular que adopta la cultura urbana sevillana en <strong>el</strong> sentido <strong>de</strong> que su <strong>el</strong>evado “narcisismo” (si se nos permite esta expresión) dificulta formalmente 4,11 4,03 3,91 3,91 3,71
162 3ª parte El área metropolitana <strong>de</strong> Sevilla. Consolidación y nuevas problemáticas urbanas 163 las expresiones críticas, por más que, como todo narcisismo, oculte una cierta fragilidad e inseguridad en <strong>el</strong> trasfondo <strong>de</strong> las más aparentes y explícitas expresiones <strong>de</strong> satisfacción. Los datos <strong>de</strong>l cuadro anterior también arrojan alguna pista sobre algunas <strong>de</strong> las cuestiones centrales que cabe <strong>de</strong>ducir <strong>de</strong> la investigación en cuanto a las formas <strong>de</strong> vida <strong>de</strong> los sevillanos y su imbricación <strong>con</strong> la ciudad y sus barrios. En efecto, siendo las “formas <strong>de</strong> vida” <strong>de</strong> los sevillanos una <strong>de</strong> las razones <strong>de</strong> fondo <strong>de</strong> la satisfacción <strong>con</strong> la ciudad y una <strong>de</strong> las cuestiones clave <strong>de</strong> la “i<strong>de</strong>ntidad” sevillana, tal como ésta trata <strong>de</strong> ser proyectada hacia <strong>el</strong> exterior, dicha forma <strong>de</strong> vida parece r<strong>el</strong>ativamente “<strong>de</strong>slocalizada” simbólicamente <strong>de</strong>l barrio en <strong>el</strong> que se resi<strong>de</strong>. Parecería una forma <strong>de</strong> vida más “urbana” y “sevillana” que <strong>de</strong> “barriada” (por más que tenga muchos componentes propios <strong>de</strong> <strong>el</strong>las); una forma que encuentra su lugar <strong>de</strong> máxima expresión en <strong>el</strong> centro y en algunos <strong>de</strong> sus barrios más visitados en <strong>el</strong> “ocio” (Triana, Macarena, <strong>el</strong> río...) más que en <strong>el</strong> propio barrio. Como tendremos ocasión <strong>de</strong> ampliar posteriormente, <strong>el</strong> <strong>con</strong>junto <strong>de</strong> transformaciones urbanas experimentadas en la ciudad han tenido como resultado abrir los barrios a la ciudad e integrarlos <strong>de</strong> forma más <strong>de</strong>cidida y plena en <strong>el</strong>la. Este movimiento positivo, sin embargo, iría asociado a una cierta pérdida parcial <strong>de</strong> la cohesión y <strong>de</strong> la vida vecinal en <strong>el</strong> niv<strong>el</strong> <strong>de</strong> barrio. La <strong>con</strong>secuencia <strong>de</strong> <strong>el</strong>lo sería que, en términos estructurales, la vida <strong>de</strong> los sevillanos ten<strong>de</strong>ría a organizarse en torno a su vivienda y al micro<strong>territorio</strong> que la circunda (ya sea <strong>el</strong> bloque, <strong>el</strong> resi<strong>de</strong>ncial, la urbanización), así como a su <strong>r<strong>el</strong>ación</strong> <strong>con</strong> la ciudad más en general (<strong>con</strong><strong>de</strong>nsada principalmente en <strong>el</strong> uso <strong>de</strong> su centro histórico), <strong>con</strong> <strong>el</strong> <strong>con</strong>siguiente abandono creciente <strong>de</strong> los espacios intermedios. Ello explica <strong>el</strong> 4,5 <strong>de</strong> valoración <strong>de</strong> la vivienda, <strong>el</strong> 4 <strong>de</strong> valoración <strong>de</strong> la ciudad en general y <strong>el</strong> 3,9 <strong>de</strong> la valoración <strong>de</strong> la calidad <strong>de</strong> vida en su barrio. En todo caso, más allá <strong>de</strong> estas pequeñas variaciones que ampliaremos más a<strong>de</strong>lante al hablar más <strong>de</strong>tenidamente <strong>de</strong> Sevilla, los sevillanos encuestados expresan una <strong>el</strong>evada satisfacción <strong>con</strong> los distintos planos <strong>de</strong> la vida en su localidad <strong>con</strong> la excepción más clara <strong>de</strong> la situación laboral, que también en la investigación cualitativa ha <strong>con</strong>centrado la preocupación <strong>de</strong> muchos <strong>de</strong> los sevillanos encuestados. 8.6. La evolución <strong>de</strong> las formas <strong>de</strong> vida Todo apunta a que en Sevilla se está experimentando una intensa transformación <strong>de</strong> las formas <strong>de</strong> vida que todavía en <strong>el</strong> imaginario colectivo están marcadas y caracterizadas como la quintaesencia <strong>de</strong> la “<strong>sociabilidad</strong> sevillana”; es <strong>de</strong>cir, “formas <strong>de</strong> vida” urbanas que tradicionalmente han tenido en <strong>el</strong> barrio o barriada un enclave esencial <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo están experimentando lo que podríamos llamar un proceso <strong>de</strong> centrifugación en una doble dirección: Hacia <strong>el</strong> <strong>con</strong>junto <strong>de</strong> la ciudad, principalmente en los sectores juveniles. Hacia una mayor privatización <strong>de</strong> las r<strong>el</strong>aciones sociales en torno a la vivienda y su entorno territorial más inmediato. Los discursos <strong>de</strong> los entrevistados señalan a este respecto <strong>el</strong> intenso proceso <strong>de</strong> cambios operados en Sevilla a lo largo <strong>de</strong> las dos últimas décadas y, principalmente, en los años noventa, en paral<strong>el</strong>o a las transformaciones urbanas producidas por las obras <strong>de</strong> la Expo. En cierto modo, y <strong>de</strong> una manera ciertamente i<strong>de</strong>alizada y nostálgica, como ocurre habitualmente cuando se habla <strong>de</strong>l pasado, los entrevistados <strong>con</strong>traponen la vida “comunitaria” que predominaba en los barrios todavía a principios <strong>de</strong> los años 80 <strong>con</strong> <strong>el</strong> mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> vida más fragmentado e individualizado <strong>de</strong> la actualidad. Incluso los entrevistados entre 30 y 35 años recuerdan cómo en su adolescencia, es <strong>de</strong>cir, hace un par <strong>de</strong> décadas, la vida comunitaria <strong>de</strong> los barrios <strong>de</strong> Sevilla no sólo era más intensa que la <strong>de</strong> ahora, sino que física y simbólicamente se <strong>con</strong>centraba en <strong>el</strong> espacio inmediato a la puerta <strong>de</strong> la calle, “en las sillitas que se sacaban” para tomar <strong>el</strong> fresco. Este espacio que tenía a las mujeres como sus figuras sociales más representativas. C4 El propio texto anterior señala cómo una <strong>de</strong> las claves <strong>de</strong> dicha vivencia comunitaria y vecinal, tan anclada y enclavada en <strong>el</strong> hogar familiar y en las inmediaciones, se fundamentaba en una clara división <strong>de</strong>l trabajo en la que <strong>el</strong> varón trabajaba fuera <strong>de</strong>l hogar y la mujer permanecía en la casa, “estaba en casa”. Esta división <strong>de</strong>l trabajo <strong>con</strong>vertía a la mujer en <strong>el</strong> soporte <strong>de</strong> la citada vida vecinal en las puertas <strong>de</strong> las casas, mientras que los maridos estaban en los bares <strong>de</strong>sarrollando, a su vez, otro mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> <strong>sociabilidad</strong> más masculina y vinculada a su trabajo. Ahora bien, la citada vida comunitaria tan enclavada en <strong>el</strong> hogar doméstico y en sus alre<strong>de</strong>dores inmediatos no sólo tiene un fundamento estructural en la citada división <strong>de</strong>l trabajo por “géneros”, sino que también se apoyaba en una doble situación <strong>de</strong> los barrios y <strong>de</strong> las viviendas <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> éstos. En primer lugar, los barrios estaban más aislados y peor comunicados entre sí. Incluso en algunos casos como, San Bernardo, San Jerónimo, etc., distintas barreras físicas (vías <strong>de</strong> ferrocarril, calles...) separaban unos barrios <strong>de</strong> otros facilitando así una vida vecinal más intensa. En segundo lugar, las viviendas eran muy pequeñas y estaban muy mal a<strong>con</strong>dicionadas en una gran mayoría <strong>de</strong> los barrios <strong>de</strong> Sevilla, lo que prácticamente expulsaba <strong>de</strong> la casa hacia la calle a sus moradores para no pa<strong>de</strong>cer <strong>el</strong> intenso calor ni <strong>el</strong> hacinamiento en su interior. C5 De hecho, como señalan algunos entrevistados, cabe pensar que la gran fuerza <strong>de</strong> la “cultura <strong>de</strong> la calle” <strong>de</strong> Sevilla no sólo se <strong>de</strong>be al clima 71 , como opinan la mayoría <strong>de</strong> los entrevistados, sino que también se <strong>de</strong>be en gran medida a las malas <strong>con</strong>diciones <strong>de</strong> las viviendas, a la propia estructura <strong>de</strong> las casas patio que exigían una vida en común en la calle y a otros factores próximos. pareja 32-37 años clase m-mb parque norte C4 H Yo también me acuerdo <strong>de</strong> eso y era en un barrio, era un barrio <strong>de</strong> Sevilla, vamos, que era la ciudad. Y yo recuerdo RG. nº7 RG. nº6 <strong>de</strong> bajar <strong>con</strong> las mecedoras, <strong>con</strong> las sillitas a tomar <strong>el</strong> fresco y hasta altas horas <strong>de</strong> la noche sin ningún tipo <strong>de</strong> problema. Pero yo ahora se lo comento a mi madre y mi madre siente miedo, dice: “yo no, hasta las doce qué voy a hacer en la calle, que pue<strong>de</strong> venir cualquiera y me va a pasar algo”. Antiguamente se sentía, y a<strong>de</strong>más era, era un trato más familiar, más humano <strong>con</strong> los mismos vecinos. Y ahora yo creo que los vecinos vamos un poco más a lo nuestro, ¿no?, llegamos a nuestra casa, hola, buenas tar<strong>de</strong>s, y te metes en tu casa y una vez que te metes en tu casa ya no quiero saber digamos poco, quiero saber poco <strong>de</strong>... M Tenemos también menos tiempo. Antes solo <strong>el</strong> que trabajaba era <strong>el</strong> hombre y trabajaba mucho pero la mujer estaba en casa. trabaj. Industriales 40-55 años barrios “extra-muros” sevilla C5 En dos habitaciones he visto yo vivir a doce personas, entonces, imagínate en verano <strong>con</strong> ese calor a ver doce personas que no tenían muchas veces ni qué ponerse... porque tu madre te <strong>de</strong>cía: niño, quítate la ropa y venga, a acostarte mientras que se seca la ropa. Y yo digo que sea peor, a mí me gustaba aqu<strong>el</strong>los, por lo menos lo que he visto y tal pero re<strong>con</strong>ozco que...