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Escrito sin permiso - Cadal

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manuEl VázquEz Portal<br />

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El 26 de julio fue especial en Boniatico. Desde el día antes acuartelaron<br />

a toda la guarnición. Colocaron guardias en el techo. Trajeron perros<br />

de presas que permanecieron rondando el penal. El Jefe de Trabajo<br />

Operativo Secreto, con otros más de su departamento, inspeccionaba celda por<br />

celda. El estado de vigilancia, de máxima alerta, parecía más bien zafarrancho<br />

de combate. El acto central por la efeméride seria en Santiago de Cuba. El<br />

Supremo asistiría. No podía haber el más mínimo disturbio. Habían colocado<br />

una bocina chirriante en el piso alto y tenían a los presos entretenidos con un<br />

poco de música distorsionada que apenas si se escuchaba hasta la celda 10. El<br />

objetivo verdadero del altavoz era que escucháramos el discurso del Máximo<br />

cuando este lo ofreciera. Conmigo se fastidiarían. La potencia del altoparlante<br />

no llegaba hasta la celda 31, que era donde Yenima y yo pasábamos nuestros<br />

momentos mejores.<br />

Juan Carlos Herrera se burlaba de los guardianes. Cada vez que pasaban<br />

en su ronda por la celda, él les decía:<br />

“Están cagaítos… Y eso que no se ha caído todavía el gobierno”. Ellos<br />

simulaban desentenderse de la provocación de Juan Carlos, parece que tenían<br />

la orden de evitar cualquier incidente que pudiera trascender los muros de la<br />

prisión.<br />

Lo que no se esperaban los carceleros era que habíamos acordado ayunar<br />

todo el día 26. La noche del 25, a las doce, cuando ofrecieron un caldo repug-<br />

nante, todos lo rechazamos. No teníamos nada que esperar, y mucho menos, que<br />

celebrar. Juan Carlos, Nelson Aguiar, Próspero, Normando y yo no aceptamos<br />

los alimentos en todo el día. Nos amenazaron con castigarnos pero luego el<br />

castigo se disolvió en el olvido y los sucesos que se avecinaban. A quienes sí<br />

castigaron fue a algunos presos comunes que nos apoyaron en el ayuno. Era<br />

evidente. Daban un escarmiento para que no volvieran a solidarizarse con<br />

nosotros.<br />

Para entonces ya sabíamos que la Unión Europea proponía un paquete de<br />

sanciones diplomáticas contra el gobierno castrista y esperábamos la reacción<br />

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