ORÍGENES DEL CRISTIANISMO - 10
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240 <strong>ORÍGENES</strong> <strong>DEL</strong> <strong>CRISTIANISMO</strong><br />
<strong>10</strong>7. Filón de Alej., De rita Mosis I 1-5.22.27-29; II 67.188.<br />
288.291 6<br />
(7 1) Es mi propósito narrar la vida de Moisés, el más grande<br />
y perfecto de los hombres en todos los sentidos, el legislador de<br />
los judíos, según algunos, el intérprete de las sagradas leyes,<br />
según otros; y hacer que conozcan su historia aquellos que<br />
merecen no ignorarla. (2) Muéveme a ello el hecho de que,<br />
mientras la noticia de las leyes que nos ha llegado se ha divulgado<br />
por toda la tierra habitada (óiá náong xíjg olxovfiévng), y<br />
ha llegado hasta los mismos confines de ella (á%gi xai xtbv<br />
xrjg ytjg XEQiiáxmv), no son muchos, en cambio, los que saben<br />
quién fue él realmente. Y esto se debe a que, quizá por envidia,<br />
y quizá también porque en no pocos casos las disposiciones<br />
establecidas por los legisladores de los diferentes estados se<br />
oponen a las suyas, los autores helenos no han querido considerarlo<br />
digno de recordación. (3) La mayor parte de estos autores,<br />
haciendo mal uso de los poderes que su instrucción les brindaba,<br />
han compuesto en verso y en prosa comedias y otras piezas<br />
desvergonzadamente licenciosas, ganándose notorio descrédito;<br />
cuando hubieran debido emplear sus naturales dotes para brindar<br />
la orientación que se desprende de los hombres buenos y de las<br />
vidas de los mismos. De ese modo, ni ejemplo digno alguno,<br />
antiguo o reciente, hubiera quedado librado al olvido con la<br />
consiguiente extinción de la luz que hubiera podido irradiar; ni<br />
se pensaría de ellos que, descuidando los asuntos más elevados<br />
y prefiriendo los indignos de atención, se han esforzado por<br />
expresar de hermosa manera cosas viles, con miras a dar lustre<br />
a vergonzosos temas. (4) Pero, en lo que a mí hace, evitaré<br />
caer en la ruindad de estos autores y expondré cuanto concierne<br />
a Moisés tal como lo he aprendido, por una parte, de los libros<br />
sagrados (J3ÍJ3ÁCJV x&v legcóv), admirables monumentos que<br />
nos ha legado su sabiduría, y por otra, de algunos hombres de<br />
los de mayor edad dentro de nuestra nación (naga XIVCJV ájto<br />
xov 'éfivovg ngeofívTÉgwv). Como siempre he ido estable-<br />
6. *Cf. nota 53 del cap. 1 de la Primera Parte.<br />
13 t,í ; ^ 5|<br />
PARANGÓN LITERARIO \^M */ 241<br />
\ t ' /<br />
ciendo nexos entre lo que oía y lo que leía (xa Xeyó/uEva<br />
xoíg ávaytvwoxoiuévoLg), creo poseer una mejor información<br />
que otros (pLaXXov éxégcov... áxgifícboai) en lo que atañe<br />
a su vida.<br />
(5) Comenzaré por donde es de rigor comenzar. Caldeo de raza,<br />
Moisés nació, sin embargo en Egipto...<br />
(22) ... el alma bien dotada (eicpvñg), tomando la delantera,<br />
saca provecho de lecciones que ella misma dicta, más que (de)<br />
sus maestros... (27) Era natural, pues, que los familiarizados<br />
con él y todos los demás, como estupefactos ante un inusitado<br />
espectáculo, se preguntaran llenos de admiración qué clase de<br />
inteligencia (vovg) era la que, como una estatua en su santuario,<br />
residía en su cuerpo; y si se trataba de un alma humana o divina<br />
o combinación de ambas cosas a la vez (jróxegov áv&gwjteíog<br />
fj fteíog f¡ puxxbg ¿£ ápcpolv), ya que nada tenía<br />
de común con las almas de la mayoría de los hombres, sino<br />
estaba por sobre ellas y se elevaba a superiores alturas.<br />
(28) Porque nada concedía al vientre fuera de los obligados<br />
tributos establecidos por la naturaleza; y de los placeres sexuales,<br />
como no fuera para engendrar hijos legítimos, ni se acordaba.<br />
(29) Y, como la única vida que le interesaba era la del alma,<br />
no la del cuerpo, después de convertirse en un excepcional<br />
practicante de la austeridad (áoxnxtjg), y detestando como nadie<br />
la vida relajada, daba muestras de sus principios filosóficos a<br />
través de sus diarias acciones, diciendo lo que pensaba y ajustando<br />
sus actos a sus palabras a fin de que existiera una armonía entre<br />
sus manifestaciones y su vida (elg ágfiovíav Xóyov raí<br />
[iíov), y apareciera claro que su vida era tal como su palabra,<br />
y su palabra tal como su vida, acordes entre sí como los sonidos<br />
de un instrumento musical...<br />
(2,67)... llegó, como pocos otros, a amar a Dios y a ser amado<br />
por él (cpiXófieóg re xal -&EOcpiXf]g); e inspirado por un<br />
celestial amor (egcoxog), honró de manera especial al Soberano<br />
del universo y fue honrado, a su vez, por éste... (188) ... lleno<br />
del divino espíritu (ém&eiáoavxog), ha sido transportado<br />
fuera de su propio ser...<br />
(288) Pasaron los años y, cuando Moisés estaba a punto de<br />
emprender su emigración (ájioixía) de esta tierra al cielo y de