ORÍGENES DEL CRISTIANISMO - 10
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74 <strong>ORÍGENES</strong> <strong>DEL</strong> <strong>CRISTIANISMO</strong><br />
(25,13) [El pecado de Benjamín]: Nosotros quisimos entonces<br />
examinar el libro de la Ley para ver si Dios había escrito realmente<br />
lo que en él figura o bien lo había enseñado Moisés por su<br />
cuenta [cf. la crítica paulina a la Torah].<br />
(32,12.13) No cesamos de cantar himnos ni dejará nuestra boca<br />
de contar sus maravillas: porque se ha acordado de las promesas<br />
recientes y antiguas y nos ha mostrado su liberación... ¡Corred<br />
a anunciar a los padres en los depósitos [in promptuariis] de<br />
sus almas...!<br />
(33,5) El hombre, mientras vive, puede rogar por sí y por sus<br />
hijos; pero después de la muerte no podrá rogar ni recordar a<br />
nadie. No esperéis pues de vuestros padres. No os servirán de<br />
nada si no os parecéis a ellos.<br />
(51,5) Cuando mueran los malvados, perecerán; cuando descansen<br />
los justos, serán liberados. Así continuará el juicio de<br />
cada uno hasta que se revele el que lo frena (quousque reveletur<br />
qui tenet) [cf. 2Ts 2,6.7?].<br />
E. LA COMUNIDAD DE QUMRÁN<br />
A partir de 1947, en once grutas de la desolada ribera<br />
occidental del Mar Muerto, muy próximas a las ruinas de un<br />
antiguo asentamiento monástico (del que ya diera noticia Plinio<br />
el Viejo, Nat. hist. 5, 15, 73), se encontraron numerosos rollos<br />
manuscritos, sobre todo en hebreo (pero también en arameo).<br />
Pronto se percataron los expertos de su enorme importancia,<br />
por dos motivos: por la cuantiosa información que aportan sobre<br />
un grupo religioso-cultural desconocido hasta entonces; grupo<br />
que estuvo en vigor desde la mitad del siglo II a.C. (regido<br />
por un misterioso «Maestro de Justicia» perseguido: cf. CD<br />
1,11; lQpHab <strong>10</strong>,4s), hasta la guerra judía del 66-70 d.C; y<br />
también por la posibilidad que ofrecen de acercarse al transfondo<br />
de la época y comprender así algunos conceptos (cuando no<br />
instituciones) presentes en los escritos del NT. El grupo de<br />
Qurhrán es, en efecto contemporáneo del Bautista, de Jesús y<br />
de los apóstoles, incluido Pablo, aun cuando el período de su<br />
mayor florecimiento literario hubiera pasado ya: entre el II y<br />
el I siglo a.C.<br />
EL HUMUS JUDAICO<br />
Los manuscritos hallados se pueden clasificar en cuatro<br />
categorías: 1) están atestiguados todos los libros del canon<br />
hebreo del AT, a excepción de Ester; 2) fragmentos en el<br />
lenguaje semítico original de algunos libros deuterocanónicos<br />
como Sirácida o Tobías; 3) fragmentos de apócrifos, como<br />
IHenoc, el Libro de los Jubileos y, de los Testamentos de los<br />
12 patriarcas, el Test. Lev. y el Test. Neft.; 4) una gran cantidad,<br />
por último, de otros escritos originales de la propia comunidad<br />
qumránica, desconocidos anteriormente. A nosotros, ahora, nos<br />
interesa este último grupo, cuyos textos más importantes, casi<br />
completos, provienen de la primera gruta de Qumrán (= 1Q).<br />
En conjunto se pueden dividir en: normativos (como la «Regla<br />
de la comunidad» = 1QS; el «Documento de Damasco» = CD;<br />
la «Regla de la guerra» = 1QM; el «Rollo del templo» =<br />
11QT), litúrgicos (como los «Himnos» = 1QH; las «Bendiciones»<br />
= lQSb), exegéticos (en forma de comentario o péser<br />
a varios libros bíblicos, como lQpHab, 4QpNah, etc.); otros<br />
son difícilmente clasificables (como el «Libro de los misterios»<br />
= 1Q27: cf. infra, n° 128; o el llamado «Apócrifo del Génesis»<br />
= IQGnAp; etc.).<br />
Hoy en día se admite que los habitantes de Qumrán eran<br />
un grupo puntero del más amplio movimiento esénico, caracterizado<br />
por algunos rasgos distintivos: postura polémica contra<br />
el sacerdocio y el templo de Jerusalén (a partir, tal vez, de<br />
Jonatán Macabeo, muerto el 143 a.C.) (cf. lQpHab 8,8-13;<br />
9,4-7); adopción de un calendario diverso, solar y no lunar,<br />
para las fiestas (cf 1QS 1,14; 1QM 2,1); antipaganismo exasperado,<br />
pero también neta separación de los hebreos no pertenencientes<br />
al grupo (cf lQpHab 5,3-5; 1QS 5,18; CD 1,4;<br />
1QM 13,9); fuerte conciencia de ser la comunidad de la «nueva<br />
alianza» (CD 6,19; 8,21; 19,33-34); vida comunitaria, en observancia<br />
no sólo de una práctica rigorista de la Ley, sino también<br />
de la pobreza y el celibato (cf. 1QS 1,11-12; lQSa 1,9-<strong>10</strong>;<br />
2,3.8); acentuado predeterminismo (cf. lQpHab 7,13-14) y dualismo<br />
(cf. 1QM 1,1; 1QS 3,13-4,26); febril espera escatológica<br />
(cf. 1Q27) con una doble figura mesiánica: de Aarón, esto es,<br />
sacerdotal, y de Israel, es decir, político (ci.lQS 9,11; lQSa<br />
2,11-15; CD 7,20).<br />
En cuanto a las relaciones con los orígenes cristianos, estos<br />
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