10.05.2013 Views

ORÍGENES DEL CRISTIANISMO - 10

ORÍGENES DEL CRISTIANISMO - 10

ORÍGENES DEL CRISTIANISMO - 10

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

306 <strong>ORÍGENES</strong> <strong>DEL</strong> <strong>CRISTIANISMO</strong><br />

en cambio una explicación política, a saber: el temor del rey<br />

a que la gente, apiñada en torno a Juan, pudiese sublevarse<br />

contra él. En cualquier caso, ambas motivaciones (la moral y<br />

la política) no se excluyen, y es muy posible que una y otra<br />

tuvieran su peso o incluso que una sirviera para enmascarar la<br />

otra. No se olvide que Josefo escribió una obra de carácter<br />

historiográfico y muy bien informada (aunque con un discutible<br />

uso de las fuentes), género que no basta a definir la obra de<br />

los evangelistas; ni tampoco que la motivación aducida por los<br />

evangelios lleva una impronta exquisitamente hebrea (a saber:<br />

Juan, más que por Jesús, murió por la ley de Moisés) y por<br />

eso mismo nada sospechosa bajo la pluma de escritores cristianos.<br />

Más allá de cualquier variante de detalle, el testimonio de<br />

Flavio Josefo (conocido ya por Orígenes, C. Cels. 1,47) sobre<br />

Juan y sobre su actividad de bautista, así como el amplio eco<br />

que encontró entre el pueblo judío, es de suma importancia 7 .<br />

En el texto, sin embargo, (§ 117) el historiador parece infravalorar<br />

el alcance purificador del rito sobre el alma, mientras<br />

que Me 1,4 escribe expresamente que Juan bautizaba «para el<br />

perdón de los pecados». Ahora bien, el autor hebreo es de<br />

ascendencia asmoneo-sacerdotal y probablemente quiere reservar<br />

a los sacrificios del templo el poder del perdón; la fuente<br />

cristiana, una vez más, está exenta de sospecha, pues dicha<br />

eficacia purificadora es testimoniada entre los bautistas judíos<br />

por el propio Epifanio (Panarion 19,5,6-7). Josefo prefiere<br />

subrayar el dato de que el agua no obra mágicamente, sino<br />

que ha de ir unida a la «práctica de la justicia»; cosa que es<br />

acorde con la predicación del Bautista según Le 3,7-14 (cf.<br />

también para Qumrán 1QS 3,3-11).<br />

b) El texto más importante de Flavio Josefo es el que dedica<br />

al propio Jesús. Pero es también el más discutido. Es comúnmente<br />

conocido con el nombre de Testimonium flavianum.<br />

7. Sobre el movimiento bautista en general en el siglo I y sobre su relación<br />

con el movimiento cristiano, cf. Ch. Perrot, Gesú e la storia, Roma 1981, pp.<br />

85-118.<br />

137. Jesús (Fl. Jos., Ant. 18,63-64) 8<br />

TESTIMONIOS DIRECTOS 307<br />

Por aquel tiempo existió un hombre sabio, llamado Jesús, si es<br />

lícito llamarlo hombre (s'íye avaga aítov Xéyeiv %Qr¡)\<br />

porque realizó grandes milagros y fue maestro de aquellos hombres<br />

que aceptan con placer la verdad. Atrajo a muchos judíos<br />

y muchos gentiles. Era el Cristo (ó XQIOTOC, ovxoc, r)v).<br />

(64) Delatado por los principales responsables de entre los nuestros<br />

(T&V JiQ(bt(ov ávÓQ&v TtaQ'fjiüv), Pilatos lo condenó a la<br />

crucifixión (oravQw éjtitErijunxórog). Aquellos que antes<br />

lo habían amado no dejaron de hacerlo, porque se les apareció<br />

al tercer día de nuevo vivo (écpávr/ yáp aijrolg rpírr/v e%(ov<br />

r/fiégav nakiv t,cbv); los profetas habían anunciado éste y mil<br />

otros hechos maravillosos acerca de él. Desde entonces hasta la<br />

actualidad existe la agrupación de los cristianos que de él toma<br />

nombre.<br />

Como se ve, este párrafo parece una confesión de fe cristiana,<br />

pues contiene la explícita aceptación de que Jesús «era el Cristo»<br />

y la afirmación casi tan explícita de su resurrección («se les<br />

apareció al tercer día de nuevo vivo»). Pero Fl. Josefo no era<br />

ciertamente un cristiano, tal como se desprende del conjunto<br />

de su obra y de la precisa puntualización de Orígenes (In Matth.<br />

1,17; C. Cels. 1,47), según la cual el escritor hebreo no creía<br />

en el mesianismo de Jesús. Por contra, Eusebio de Cesárea<br />

cita el texto tal como lo hemos ofrecido aquí (cf. Hist. eccl.<br />

1,11,7; Dem. evang. 3,5,<strong>10</strong>5-<strong>10</strong>6). Tal desacuerdo dentro del<br />

propio ámbito cristiano hace suponer que el pasaje de Josefo<br />

ha sido retocado en un segundo momento (después de Orígenes),<br />

aun cuando la tradición manuscrita que nos ha llegado es<br />

unánime al transmitir el texto citado más arriba en ese mismo<br />

tenor. Por ello, entre la posición de quienes aceptan íntegramente<br />

el Testimonium flavianum y la de quienes lo rechazan<br />

en bloque como pura interpolación, se sitúa la mayoría de los<br />

8. *Cf. Antigüedades... III, p. 233.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!