13.05.2013 Views

Por qué amamos – Helen Fisher

Por qué amamos – Helen Fisher

Por qué amamos – Helen Fisher

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

HELEN FISHER<br />

mente humanas. El muchacho de Turkana y sus parientes tuvieron<br />

que sentir empatia con un camarada herido, paciencia con un<br />

niño caprichoso, comprensión hacia un quinceañero contrariado,<br />

y debieron desarrollar las cualidades sociales necesarias para llevar­<br />

se bien con los miembros más escandalosos o presuntuosos del gru­<br />

po. Formaban una banda. Tenían que caminar juntos entre la hier­<br />

ba, un lugar mortalmente peligroso debido a los predadores. Así<br />

que, los capaces de percibir los peligros, recordar desastres pasa­<br />

dos, diseñar estrategias, articular opciones, tomar decisiones, juz­<br />

gar las distancias, prever los obstáculos y persuadir a sus camaradas<br />

con opiniones convincentes y palabras animosas, sobrevivían en<br />

una proporción mucho mayor. La mente humana evolucionó a la<br />

luz del día.<br />

Pero al llegar la oscuridad, debían reunirse alrededor de la foga­<br />

ta para asar la carne, afilar las lanzas, arrullar a sus bebés e imitar al<br />

avestruz, el cerdo o la pantera mientras los más viejos dormían. Se­<br />

guramente cantaban al coraje, la fortaleza y la conquista, saltaban y<br />

luchaban para mostrar su resistencia, lloraban para mostrar com­<br />

pasión y hacían el payaso para resultar ocurrentes. Muchos también<br />

se escabullían para hacerse arrumacos. A la luz de la luna, nuestras<br />

aptitudes más sobresalientes también adoptaron entonces forma<br />

humana.<br />

LA MARCHA HACIA LA MODERNIDAD<br />

A medida que fue pasando el tiempo, nuestros antepasados iban<br />

dejando vestigios de su vida amorosa. Hace 500,000 años, alguien<br />

que habitaba en lo que ahora es Etiopía, tenía un volumen cerebral<br />

de aproximadamente 1.300 centímetros cúbicos, lo que está den­<br />

tro de los parámetros humanos actuales. El o ella tenía sin duda un<br />

cerebro complejo y una mente capaz de sentir un amor romántico<br />

apasionado.<br />

Hace 250.000 años, un hombre que vivía en lo que hoy cono­<br />

cemos como Inglaterra, talló meticulosamente un hacha simétri­<br />

ca alrededor de un fósil de concha que había encontrado incrus­<br />

tado en un trozo de sílex. Quizá fue un regalo para su ser amado o<br />

167

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!