13.05.2013 Views

Por qué amamos – Helen Fisher

Por qué amamos – Helen Fisher

Por qué amamos – Helen Fisher

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

HELEN FISHER<br />

Como barcas en medio de un mar embravecido, los hombres y<br />

las mujeres se enfrentan al oleaje de angustia y euforia del amor ro­<br />

mántico. Y las barreras intensifican estas emociones. Si el enamora­<br />

do está casado con otra persona, si vive al otro lado del océano, si<br />

habla un idioma distinto al nuestro, si pertenece a otro grupo étnico<br />

o si simplemente vive en otra parte de la ciudad, este obstáculo pue­<br />

de acrecentar la pasión romántica. Dickens se refería a ello dicien­<br />

do: «El amor a menudo alcanza su cota máxima con la separación y<br />

en circunstancias de extrema dificultad». <strong>Por</strong> desgracia, así es.<br />

ESPERANZA<br />

«Dime que puedo vivir con la esperanza», suplica el rey Pirro a<br />

Andrómaca en la obra de Racine sobre el amor y la muerte. ¿<strong>Por</strong><br />

<strong>qué</strong> siguen esperando los amantes, incluso cuando el destino se<br />

vuelve implacable en su contra? La mayoría continúan esperando<br />

que la relación vuelva a resurgir, incluso años después de que ésta<br />

haya terminado infelizmente. La esperanza es otro rasgo predomi­<br />

nante del amor romántico.<br />

Un delicioso poema del siglo xvi escrito por Michael Drayton<br />

expresa este optimismo. Comienza así: «Ya que no hay solución,<br />

vamos, ¡besémonos y marchemos! / Basta, he terminado, ya no ten­<br />

drás más de mí; / Y me alegro, sí, me alegro con toda mi alma, /<br />

de poder así liberarme de ti tan limpiamente. / Estrechemos nues­<br />

tras manos por última vez, borremos todos nuestros juramentos; /<br />

Ycuando alguna vez volvamos a encontrarnos, / que nuestro sem­<br />

blante no deje ver que conservamos ni un ápice de nuestro anti­<br />

guo amor». Con estas palabras Drayton declara, con aparente<br />

confianza, que la relación ha terminado de forma fácil y definiti­<br />

va. Sin embargo, al final del poema, cambia repentinamente de opi­<br />

nión. Embargado por la esperanza, defiende que el «Amor» toda­<br />

vía puede salvarse: «Ahora, si tú quisieras, cuando todos lo hayan<br />

dado por perdido, / de la muerte a la vida tú podrías aún resuci­<br />

tarlo» 43 .<br />

Creo que esta tendencia a la esperanza quedó implantada en el<br />

cerebro humano hace miles de millones de años para que nuestros

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!