13.05.2013 Views

Por qué amamos – Helen Fisher

Por qué amamos – Helen Fisher

Por qué amamos – Helen Fisher

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

POR QUÉ AMAMOS<br />

casos a todos los demás. Se acarician, besan, mordisquean, se fro­<br />

tan con el hocico, se dan palmaditas, golpecitos, lametones, tiron-<br />

citos, o persiguen, juguetones, al elegido. Algunos cantan. Algunos<br />

dan pequeños relinchos. Otros chillan, graznan o ladran. Algu­<br />

nos bailan. Otros caminan pavoneándose. Algunos se acicalan,<br />

otros se persiguen. La mayo ría juegan. En las praderas del Serenge-<br />

ti africano, en la selva del Amazonas o en la tundra ártica, criaturas<br />

de todos los tamaños muestran un exceso de energía cuando se<br />

cortejan. La adversidad estimula su búsqueda, al igual que las ba­<br />

rreras intensifican la pasión romántica en las personas. Y muchas<br />

se vuelven posesivas, apartando celosamente a su pareja de otros<br />

pretendientes hasta que la época de la cría ha pasado.<br />

Estas características del cortejo son similares a algunas caracte­<br />

rísticas de la pasión romántica en los humanos. <strong>Por</strong> eso creo que los<br />

animales aman. La mayoría de las criaturas han sentido probable­<br />

mente este magnetismo durante sólo unos segundos; otras parecen<br />

sentirlo durante horas, días o semanas. Pero los animales sienten<br />

algún upo de atracción hacia otros sujetos «especiales». Muchos in­<br />

cluso se enamoran a primera vista. De esta «atracción animal» es de<br />

donde creo que finalmente surgió el amor romántico.<br />

ATRACCIÓN ANIMAL.<br />

«Se trataba evidentemente de un caso de amor a primera vista,<br />

porque ella nadó hacia el recién llegado dulcemente... con insinua­<br />

ciones de afecto» 1 . Charles Darwin estaba describiendo a una hem­<br />

bra de pato real que se había quedado prendada de un pato rabudo,<br />

o sea, de una especie distinta a la suya. Todos cometemos errores.<br />

Darwin creía que los animales se sentían atraídos unos por otros.<br />

Un mirlo macho, un tordo hembra, un urogallo negro, un faisán...<br />

éstos y muchos otros pájaros, sostenía, «se enamoran unos de otros» 2 *<br />

De hecho, Darwin mantenía que los animales de especies superio­<br />

res comparten «pasiones, afectos y emociones similares, incluso las<br />

más complejas, tales como los celos, la sospecha, la emulación, la<br />

gratitud y la magnanimidad». Incluso «tienen cierto sentido del<br />

humor; capacidad de admiración y curiosidad».<br />

44

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!