Untitled - Editores Alambique

ese proceso estamos, y en todo lo malo siempre hay algo
bueno... en fi n, tranquilos, que aquí no ha pasado nada, o
bueno, más o menos. La verdad es que, si no es como quien
dice, ¡Ydiay!, faltarles, por este medio quiero, de la manera
más atenta, con mucho respeto y fi na cortesía, preguntales,
o sea, pues, humildemente, más bien quiénes son ustedes,
si me lo permiten, y qué hacen por estas tierras olvidadas de
dios, o sea...
Completamente aturdidos ante el incomprensible
borbollón de palabras, sumado a que nunca nos veía a
los ojos, lo que imposibilitaba ver cuánta verdad había en
Totus Tuus, nos sentimos aplastados peor que por cualquier
tormenta de nieve. Éste, además, no dejaba de frotarse
las manos, de sudar copiosamente y de lanzar constantes
miradas hacia el este, hacia los no muy lejanos montes en
forma de hileras de colmillos.
—Bueno...yo...este... —contestó la personilla—. Ven,
qué dicha que nos pudimos entender, porque, como
decimos en A’ Llá, ¡Ydiay!, hablando se entiende la gente.
La verdad sea dicha, no es por rajar ni mucho menos, sino
que al contrario, humildemente, como yo conozco esta
región como la palma de mi mano, yo los podría guiar por
el mejor camino... ¡Lástima! Si no tuviera que devolverme
a una reunión muy urgente e importante allá en A’ Llá,
la verdad es que les hubiera acompañado, pero bueno,
ustedes entienden, verdad. Aquí, y A’ Llá, lo que cuenta
es la intención. Además, la ruta que ustedes siguen es la
mejor, ¡claro que yes! Lástima que no pude verlos antes
y llevarlos por otro camino. ¡Ydiay! Ansina no se hubieran
enfrentado con el clan ese de la pluma roja. Pues, bueno...
este...yo... ¡Qué tirada, qué torta, como decimos en A’ Llá,
con la muerte de esa compañera de ustedes...! Pero bueno,
¡Ydiay!, a lo hecho pecho, ni modo verdad. A como yo veo
las cosas, pongamos por caso que lo único que los puede
afectar un poquititico es una tormentilla que medio caerá
dentro de un ratico... La verdad, de veras que no van a tener
mayores problems. Nombres, acuérdensen de mí, que más
sabe el Totus por Tuus que por Totus... Y bueno, muchachos
y muchachas, porque...
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