14.05.2013 Views

Untitled - Editores Alambique

Untitled - Editores Alambique

Untitled - Editores Alambique

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

tiempo en que me dediqué a escribir la muerte de Galax,<br />

el guerrero. No sé si pasó así o yo me la inventé en buena<br />

parte. De todas maneras, como diría el propio marino, esto<br />

no importa. Al contarla así pasó así, aunque no sucediera<br />

de esta forma. Lo que escribí nunca se lo mostré a Yuan.<br />

A pesar de la cantidad de pedazos en que se convierten los<br />

hombres de hielo, gracias a los zarpazos del lobo y del chacal, o<br />

bien a los golpes de la espada de Galax, el pasadizo sigue igual<br />

de reluciente. Es como si el piso absorbiera siempre aquello que<br />

cae sobre su superficie, dejándola inalterable en su brillantez. El<br />

lobo gris de pecho azul y el chacal de oro gruñen antes de situarse<br />

a los costados de Galax. Hacen un triángulo cuyo vértice es el<br />

guerrero. Mainar-Rotarú vuelve a ver hacia la batalla. Su mano<br />

izquierda cubre por un momento su puño derecho. Es la hora de<br />

despedirse. Liu Yuan vuelve a ver a Galax quien, por un instante<br />

dirige su mirada hacia ambos, deteniéndose apenas en Mainar-<br />

Rotarú.<br />

De pronto, gigantes como rugidos de hielo, desde los<br />

costados del pasadizo, emergen armados de estalactitas<br />

que hubieran requerido al menos dos humanos fuertes para<br />

levantarlas. Un odio oscuro aparece por ráfagas y enceguece<br />

a los Güirgüines que se multiplican, descargando su furia sobre<br />

los tres combatientes.<br />

Un sonido seco, de hueso que se quiebra, es el anuncio de<br />

que el chacal de oro pierde la vida, luego de soportar un mazazo<br />

que uno de los gigantes de hielo quiso descargar sobre Galax.<br />

Otros Güirgüines, más pequeños, lo tiran hacia el océano<br />

congelado donde se diluye una pincelada de sangre dorada.<br />

El lobo gris aúlla con tal furia que los hombres hielo sobre el<br />

pasadizo estallan el miles de pedazos. Galax, a su vez, respira<br />

tres veces antes de hacer girar su arma hasta que no se ve más<br />

que un relámpago plateado en la noche del sur. Luego, con un<br />

sutil movimiento la espada se desdobla en dos. Guerrero y lobo<br />

se ponen espalda con espalda. Los últimos gigantes de hielo<br />

suben y se dirigen hacia los dos combatientes.<br />

Liu Yuan y Mainar-Rotarú ascienden por la serpienteescalera.<br />

Algunos hombres de hielo se suben unos sobre otros<br />

hasta convertirse en torres por donde otros Güirgüines más<br />

pequeños y ágiles, aunque menos fuertes, pretenden tomarlos<br />

217

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!