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soy el que escucha las respuestas que se deben escuchar. Habito en los ojos y en las orejas. Mi poder es el punto exacto donde las cosas se encuentran para alejarse. Soy lo más viejo y lo más joven. Mi mayor fortaleza es mi fragilidad. Para mí no hay jerarquías pues en cada elemento, por ínfi mo que sea, palpita la vida y la muerte por igual. Me ensancho y soy un punto de luz en la inmensidad. Me empequeñezco y soy el universo. De ahora en adelante seré el eco de lo que digan y callen, hasta el fi nal y hasta el principio. ¿Sin darse cuenta? Yuan tomó un plato, que le había dispuesto por si se le antojaba comer algo, y lo giró como Barú lo hiciera con su escudo de “esmeraldas vivas”. Un ligero resplandor verde inundó la habitación. —Ante Lendrax, Galil, Menq-Aurí y yo —renovó Yuan— estaban aquellas magnífi cas criaturas que habían enviado al mensajero de escarcha para pedir nuestra presencia. El recuerdo de éste relampagueó hizo que los hombres y mujeres pájaro cerraran los ojos y respiraran lentamente, en homenaje a su memoria, antes de presentar a la última de ellos. Sin duda la de mayor rango, era casi transparente, o “del color de la lluvia”, como prefería decir, excepto en el corazón, tan azul como una tajada del cielo al medio día. Unas fi nas venas, del color de la arena dorada por el atardecer, semejaban riachuelos de diminutos soles azules y dorados que recorrían su interior. Un anillo, sobre el pecho izquierdo, con un arco iris giratorio, conformaba su tatuaje vivo, el cual resguardaba la cabeza de un dorado chacal del desierto. Por fi n, y una vez dados tres pasos hacia delante, dijo: —Mi nombre es Mainar-Rotarú y soy la emisaria del clan de la ley. Soy la guía y habito en el pecho. Estoy y soy en lo que se ama y merece ser amado. De ahora en adelante, seré la confi anza de ustedes en sí mismos, hasta el fi nal si es que existe. Con ráfagas en los ojos, Mainar-Rotarú agregó a los que comenzaríamos la aventura de nuestras vidas: —Nosotros los emisarios y emisarias de la tribu de los hombres y mujeres pájaro celebramos la presencia de ustedes, valientes amigos de ultramar, y que nuestra risa 78
haga amable el que nuestras sombras se acorten. Acto seguido, los emisarios batieron las alas. Parecían las campanas con que la vida convoca en su eterno girar hacia su origen, desde las galaxias hasta el polvo. 79
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LAS AVENTURAS DE LIU YUAN, CAPITÁN
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LENDRAX, MENQ-AURÍ, GALIL Y LIU YU
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Luego, sin esperar respuesta, me to
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LOS SEÑORES DE LOS MONOS DE ORO Y
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espetaba la formación de cinco ram
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entre felices y estremecidos. A la
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EL CONTINENTE ROJO Dar a quien no n
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donde una vez hubo árboles hoy só
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Page 30 and 31: —¡Ah! —exclamó Luego, el mari
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Page 69 and 70: EL MENSAJERO Liu Yuan comenzó a co
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Page 117 and 118: dejándome aturdida y enceguecida,
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asquerosa superfi cie, un impulso d
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“A veces el misterio de las cosas
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por el sosiego que dejan los montí
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Respondiendo a otro chasquido del p
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guerrero, burlándose él, esta vez
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sucedido, que no solo nos hizo una
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largos dedos, poderoso, intocable p
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agotamiento. Conciente de esto, el
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Luego ensayó una desaliñada sonri
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ese proceso estamos, y en todo lo m
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Mainar-Rotarú nos contó una histo
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Gran Tortuga, donde creció y creci
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CONSULTA —Liu Yuan, ¿por qué vi
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arrancar el corazón mismo de la ti
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golpe pero, confi ado en que su opo
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únicamente él podía salir vivo e
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muerte y su boca dulce: la sombra.
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LA TRIADA LAS ESFERAS DE PROTECCIÓ
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caminamos arropados por la alegría
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el impulso que la habita y fl uir e
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EL PACTO PRIMERO Al otro día Liu Y
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CONSULTA —Liu Yuan, ¿la confianz
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mano, los detiene y calla. “—¿
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Piden sangre. Un extraño brillo de
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LA EMBOSCADA —‘El punto fi nal
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elevarse y refulgir hasta convertir
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LA MUERTE DEL GUERRERO Mientras tom
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GALIL Yuan llegó muy temprano. Igu
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muy poco y tengo que explicarte lo
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el camino. Recuerdo que Mainar-Rota
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etomar vida para resguardar la del
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acerina y de rubí. Finalmente, el
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Ïndice Lendrax, Menq-Aurí, Galil
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Impreso en los talleres de Mundo Gr
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