Untitled - Editores Alambique

—La triada se funde en una cosa de tizones por patas con
alas de metal y hocico puntudo, coronado por una baba de
ojos, que se agita antes de abalanzarse sobre las mujeres
que es la emisaria del clan de la magia.
—Gorgala no está serena.
—Los niños no se tocan, dice una tercera vez y lanza
—lanza su huevo de luz cuando
—cuando la triada ejecuta el salto
—salto congelado en su vuelo porque en ese instante la
energía del huevo dorado del clan de la magia
—magia que estalla estalla estalla en tanto las mujeres
se hacen una sola
—sola ola multicolor.
—Te veo queridísima, te veo y me despido. Solamente
un muerto sabe dejar ir a otro muerto.
—El huevo de luz de Gorgala estalló congelando en su
vuelo a la triada.
—¡Sí, hermana en la sangre! La que descabeza a sus crías
para guardar el pacto está libre ahora. Yo la miro marcharse
y la despido.
—¡Dancen! ¡Dancen! ¡Dancen!
—El huevo no se ha perdido. Sólo se ha transformado.
—Era el precio necesario hermana. Si la magia está suelta
y viva el odio no podrá cubrir todos los sitios.
—Miedo, ignorancia, fi ngimiento.
—Retírese lo falso: el huevo de luz de la magia tiene que
romperse para que la batalla con la mentira siga.
—Asco, resentimiento, repugnancia.
—Retírese el aborrecimiento: la magia al estallar ha de
multiplicarse en su poder que es ningún poder.
—Perdición, reproche, desesperanza.
—Retírese lo torcido y lo que tuerce con intención: si hay
magia todo siempre está por comenzar...
—“Poder, avaricia, semilla corruptible...”
—Finalmente, al salir de aquel paraje una estrella aleteó
fugaz en el cielo, mientras la tormenta pareció quedarse
congelada unos instantes.
La estrella tenía cuatro brazos. El superior e inferior
eran largas pirámides en contraste con los lados: pequeñas
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