14.05.2013 Views

Untitled - Editores Alambique

Untitled - Editores Alambique

Untitled - Editores Alambique

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

necesaria para comprender y aceptar. Sabían que no habría<br />

descansado hasta encontrar algo que los hubiera regresado<br />

a su tierra. Como ello era imposible, consideraron que lo<br />

mejor era enfrentarlo tal cual y no decirme nada. Tenían<br />

razón.<br />

Lo que había quedado del dragón trataba de reagruparse<br />

en su ferocidad. Sin necesidad siquiera de sugerirlo, Lendrax<br />

se alejó de allí con todas sus fuerzas. Mucho después<br />

supimos que aquel choque generaría el peligrosísimo Anillo<br />

de Fuego, así llamado por los marino. Una mortal trampa<br />

que anduvo deambulando por el océano hasta que quedó<br />

fi jada en un estrecho formado por enormes acantilados<br />

como colmillos de piedra. El Anillo de Fuego era un círculo<br />

de muerte formado por peces ígneos creados por el dragón<br />

de fuego al explotar. El letal círculo, formado por el continuo<br />

girar de estos peces desde el fondo del mar hasta casi llegar<br />

a donde comenzaban los montes que daban paso a aquel<br />

estrecho, nunca se detenía. Cada pez proyectaba su luz hacia<br />

el centro del círculo, creando una telaraña de fulgor, fuego y<br />

muerte. Cualquiera que pasara a través del Anillo cortaba el<br />

refl ejo perfecto de la luz y encontraba la perdición, devorado<br />

en medio de las más terribles quemaduras. Quienes se<br />

acercaban a éste observaban, hacia el fondo del estrecho, el<br />

creciente latir de un nudo de destellos. Más de uno llegaría<br />

a asegurar que allí palpitaba el corazón de la muerte.<br />

Pasar por el centro era imposible. Los peces ígneos<br />

nunca dejaban de girar. Si no atrapaban una víctima, se<br />

alimentaban de las chispas de vapor y fuego que hacían<br />

tanto al entrar como al salir del agua. Ninguno se quedaba<br />

sin alimento: en tanto que un pez comía las centellas recién<br />

hechas producía otras para el siguiente. Aquel círculo de<br />

muerte solamente se detenía por una brevedad al caer<br />

un intruso que ofrecía un instantáneo festín en grupo. El<br />

resplandor era carnada infalible. Sin embargo, cuentan las<br />

aventuras de ultramar que hubo un misterioso grupo: una<br />

tortuga, un ave transparente y un humano, que una vez<br />

lograron pasar sin sufrir ningún daño; y hasta se habla de un<br />

hombre de ébano que logró destruirlo. Esto, no obstante,<br />

nunca lo vi, y no conocí a nadie que lo pudiera asegurar.<br />

38

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!