Untitled - Editores Alambique

CAPEL-BOLTA
Casi sin sentirlo. Casi flotando en medio del verde-azul
del mar. Casi sin respirar. Casi sin hablar ni hacer silencio.
Casi junto a la hoguera del corazón. Casi como la gota de
agua que transforma el universo en agua. Casi como de
huesos. Casi uno solo. Así partieron Liu Yuan, Lendrax,
Menq-Aurí y Galil, llevándose al pájaro de escarcha en lo
más profundo de sus seres. La barca de ébano sabía que
el recuerdo del canto del ave los guiaría hasta el origen de
aquel llamado de auxilio.
—Menq-Aurí giró —dijo Yuan al fin— y señaló dirección
sur-este.
Pasaron los días con sus estrellas en el buche, hasta que
una tarde llegaron frente a una isla envuelta en un anillo de
niebla.
—¡Capel-Bolta! ¡Lugar del Equilibrio! —continuó Liu
Yuan—. Ese fue nuestro primer destino. De aquella isla
parpadeante había salido el pájaro de escarcha.
—¿Cómo parpadeante? —interrumpí.
—¡Sí!, como lo oyes. La isla estaba a veces en este
mundo, o dimensión ordinaria, si eso te ayuda a ver con más
claridad, y otras en una dimensión mágica.
Sólo quienes eran elegidos para entrar sabían esto, pues
Capel-Bolta siempre estaba protegida por un anillo de espesa
niebla que impedía ver hacia el interior. Una vez frente a
la isla decidimos esperar. Lendrax comenzó a distribuir la
energía del sol que había acumulado durante el viaje; así
su modo de alimentarse. Menq-Aurí concentraba toda su
energía en un punto azul que formó en el centro de su lente.
Yo me dediqué a preparar uno de mis platos preferidos: algas
marinas con especies en salsa, acompañadas de humeante
71