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Untitled - Editores Alambique

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golpe pero, confi ado en que su oponente estaba caído, no<br />

atinó a ver cómo el tentáculo lo hería en el pecho, haciéndolo<br />

desplomarse sobre las rodillas, entre la sorpresa y la rabia,<br />

mientras su cuerpo comenzaba a volverse gris y rígido con<br />

rapidez.<br />

Lao tomó a Galax y lo arrojó a nuestros pies, seguro de<br />

su primer triunfo. Barú, instintivamente, se dirigió hacia<br />

el guerrero, se arrancó la pluma de su frente, abriéndole la<br />

picadura y succionándole el veneno. Lao soltó una carcajada<br />

que petrifi có aun más el hielo cristalizado y comenzó a<br />

darnos vueltas a una velocidad increíble, dejando por fuera<br />

a Barú y a Galax, hasta crear una cúpula de luz y sombra<br />

que hacía aparecer, como chispazos, rostros de Gorgala, de<br />

Mainar-Rotarú, o míos.<br />

Al verlos sentíamos que algo nos aguijoneaba por dentro,<br />

hasta sacarnos los más oscuros sentimientos, incluso los<br />

desconocidos. La confusión reinó y nos sumergió en la<br />

aceptación de la derrota. Sentíamos que Lao chupaba<br />

nuestra parte luminosa, inyectándonos su veneno. La<br />

desconfi anza apareció entre los tres. Yo sentí que había sido<br />

engañado por la tribu de los hombres y mujeres pájaro. “Vi”<br />

cómo los que consideraba mis amigos pájaro, y por quienes<br />

y con quienes hubiera dado la vida, habían urdido una<br />

gran mentira para que los llevara hasta el sur del mundo.<br />

Una vez apoderados de este sitio mágico, conquistarían y<br />

esclavizarían a cualquier que se encontraran a su paso.<br />

Ante mí, y supongo que lo mismo sucedió con Gorgala y<br />

con Mainar-Rotarú, comenzó a tejerse un cambio de lo que<br />

había sido, de lo que es, por una serie de falsedades hechas<br />

con verdades a medias y certezas sin realidad. Más tarde<br />

entendí que aún el que miente guarda un mínimo de sí, tal<br />

vez lo último que le queda. El que miente al menos tiene<br />

la verdad de su mentira. Porque lo contrario de la verdad<br />

no es la mentira sino negarse a uno mismo. La falsedad, la<br />

construcción de otra verdad que nunca fue, era peor que la<br />

mentira, al menos más primitiva y siempre en enfrentamiento<br />

con su verdad. La falsedad, en cambio, puede aparecer<br />

como demostrable, con verdades incompletas, dobladas,<br />

puestas en otra alianza para ocultar una dirección.<br />

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