Untitled - Editores Alambique

a quienes podíamos recurrir. Entre ellos, nos mostró a un
marino de nombre Liu Yuan, y a su tripulación. Además, nos
advirtió que si los cadáveres caminantes de mi visión nos
capturaban, y a nuestro hogar, Capel-Bolta, no solamente
estaríamos perdidos sino que, todavía peor, aquellos
aumentarían su poder de modo tal que la destrucción del
planeta, La Gran Casa, sería inminente.
Gorgala fue la siguiente en abrir su ser. El espíritu de
la serpiente se presentó ante nosotros y nos indicó dónde
estaban quienes podrían ayudarnos.
Galax llamó al espíritu del lobo, el cual nos dijo qué hacer
para ir en su búsqueda. La tribu entera debía poner una
parte de cada corazón y formar un mensajero: el pájaro de
escarcha viva. Por eso tú y los tuyos están aquí. Los hemos
llamado de primero para saber si nos ayudarán. No deben
sentirse obligados pues tenemos otros a quienes recurrir,
sino libres de elegir aquello que decida lo profundo que los
habita.
Yuan suspiró hondo. Su pecho sonó como un
campanilleo de lluvia.
—Al instante —continuó el marino haciendo traquear los
dedos—, Lendrax intensifi có su brillo, Menq-Aurí emitió un
suave rumor y Galil comenzó a tejer una bandera en forma
de arco iris. Por mi parte sonreí y dije: ¿cuándo partimos?
Mainar-Rotarú continuó:
—Por segunda vez insistimos: no deben sentirse
obligados pues tenemos otros a quienes recurrir. Ustedes
se encuentran libres de elegir aquello que indique lo
profundo que los habita. ¿Están seguros de que desean
acompañarnos?
El capitán de ultramar respiró con lentitud. Su pecho
sonó como una danza de mariposas azules.
—Al instante —prosiguió el marino—, y por segunda
vez al mismo tiempo, Lendrax contestó llevando su calor
al extremo que pareció arder de fuego negro; Menq-Aurí
transformó su suave rumor en uno que se unió con el del
mar y Galil terminó la bandera en forma de arco iris, la cual
fue izada de inmediato por la barca velera.
—Está decidido —agregué—, ¿cuándo partimos?
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