Untitled - Editores Alambique

EL OTRO YUAN
Hay momentos en que la vida depende de lo que elijamos en
ese preciso instante. Son lo que llamo “momentos totales”.
Después de conocer a Liu Yuan, intento acercarme al
grupo para quienes cada instante es el primero y el último.
Recuerdo que la primera vez que hablé de esto fue cuando
el viejo marino me trajo un manuscrito tallado en hueso
con tinta azul, el cual descubrí poco después de ver por
última vez al capitán de ultramar, y gracias a un traductor
chino, como un anónimo del siglo V de nuestra era. Aún
resuenan en mí un par de sus frases: “Como sabe que todo
se vive por última vez, vive cada reencuentro con la fuerza
de una primera vez”. O la otra: “Avanza entero por el
camino trazado de su destino y coloca la mano con el mismo
cuidado que si fuera a poner en marcha la primavera”.
Sin embargo, uno de los asuntos de estos “momentos
totales” que más me ha intrigado es saber si cuando uno
elige algo, entonces ¿qué pasa con lo que no eligió? ¿Cómo
sería uno si hubiera tomado otro camino? O, aún más, ¿hay
algún “otro yo” que continúa con la elección desechada?
Me imagino al universo como un gran tamiz y lo único que
me hace saber dónde me encuentro es mi conciencia de mí.
Pero, y para “los otros yo” que eligieron otras cosas, ¿cómo
serán sus existencias?
Estas reflexiones no tendrían ninguna importancia más
que para mí a no ser por lo que una vez sucediera con el
propio Yuan. Una noche, al entrar a mi casa, lo encontré
durmiendo en el suelo de la sala. Luego de volver a
preguntarme cómo haría para entrar, pues no tenía llave,
y de reconocer que no me agradaba aquella invasión a mi
privacidad, me sentí extrañamente conmovido hacia aquel
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