Untitled - Editores Alambique

con las proclamas de la ofi cialidad. Yo soy Ñókix, el espeso y
represento a los más rudos.
“Éste vuelve a ver al pueblo y sólo un grupito de jóvenes
lanza una especie de eructo para luego arengarse entre ellos
hasta que se escucha un débil “Ah” y medio “Oh”.
“—Vamos, vamos, compañero Ñókix —interviene
Totus—. Tenga usted calma. Recuerde que aquí todos
somos amigos de todos, porque respetamos a los demás,
aunque a veces no compartamos sus opiniones. Porque,
como dicen los y las que nos y nas conocen, y hasta los y
las que no, aquí en A’ Llá todos somos igualititicos. Porque...
bueno...yo...este...aquel... Y nombres, ¿cómo vas a creer
que yo represento el poder?... ¡Nombres!... Al contrario,
yo también estoy de acuerdo con lo que ti dices. Además,
lo bueno es que nos encontramos, porque ansina podemos
hacer nuevas amistades. Porque entre todos podemos
echarnos una manita, o sea, aportar un granitico de hielitico,
porque en esta vida arrieros somos y en el hielito andamos,
como decimos nosotros los del pueblo, porque lo mejor de
A’ Llá es su gente, y por aquello de que hoy por ti y mañana
por mí. Nombres, Ñókix, compa, es decir, viejazo, amigazo
mío, si estamos juntos en esto, porque el que nada debe,
nada teme. Pero...bueno...yo... ¡Ydiay!... Yo te perdono, al
Güirgüin lo que es del Güirgüin. Porque el que no sabe es
como el que no ve. Y... bueno... yo... este. ¡Ydiay! Naide es
perfecto, y la vida es un proceso y en ese proceso estamos, y
en todo lo malo siempre hay algo bueno... en fi n, tranquilos,
que aquí no ha pasado nada, y a quien madruga Dios lo
ayuda.
“Totus levanta las manos y el pueblo exhala un “Oh”
largo y de un mismo tono. Ñókix no puede disimular una
mirada verde.
—Calma pueblo mío —dice Totus— que aquí su rey tiene,
humildemente, la solución. Porque, díganme si no es así,
aquí el compañero Ñókix y yo, y ustedes querido y valiente y
sabio pueblo, coincidimos en lo mismo. Y ¿qué es lo mismo?
Pues el bienestar de ustedes, o sea de nosotros, pueblo
entre los pueblos. Por eso, quiero pedirle, con demasiada
humildez, y en nombre del pueblo Güirgüin, que por fi n
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