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El municipio: una institución diseñada para el fracaso

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condiciones de contratación como son la <strong>institución</strong> bancaria, los intereses,<br />

las comisiones, y <strong>el</strong> costo por cobertura. Esta falta de transparencia<br />

impide saber con precisión <strong>el</strong> destino de los recursos generados por<br />

<strong>el</strong> endeudamiento. Otra diferencia fundamental con la deuda a niv<strong>el</strong><br />

d<strong>el</strong> gobierno central es que la emisión de dicha deuda responde a la<br />

implementación de la política monetaria y estimulación d<strong>el</strong> sector financiero.<br />

<strong>El</strong> gobierno federal emite bonos a tasas determinadas por <strong>el</strong> mercado. En<br />

<strong>el</strong> caso de los <strong>municipio</strong>s, se trata de endeudamiento con banca comercial.<br />

<strong>El</strong> proceso de contratación de esos créditos es discrecional: las condiciones<br />

de tasa y plazo se dan en negociaciones privadas.<br />

De acuerdo con datos de la Auditoría Superior de la Federación, al cierre<br />

de 2010, 71.2% d<strong>el</strong> saldo total municipal se encuentra distribuido en<br />

tan sólo nueve entidades federativas: Estado de México (14.9%), Jalisco<br />

(14.5%), Nuevo León (10.9%), Baja California ( 9.4%), Veracruz (6.0%),<br />

Quintana Roo (4.8%), Tamaulipas (4.0%), Sonora (3.5%) y Mor<strong>el</strong>os<br />

(3.2%). Particularmente, en 24 <strong>municipio</strong>s de dichas entidades se<br />

concentra un monto de 16,906 mdp, equivalente al 46.4% de la deuda<br />

municipal, en su mayor parte contratado con la banca comercial. De<br />

manera general, la ASF observa que <strong>el</strong> crecimiento de la deuda municipal<br />

está vinculado con las tres zonas metropolitanas más importantes d<strong>el</strong> país<br />

(Valle de México, Guadalajara y Monterrey). 11<br />

En síntesis, con la urbanización y consolidación de las ciudades, los<br />

<strong>municipio</strong>s que las componen se ven obligados a mayores obligaciones<br />

de gasto: si hay más población, hay que aumentar la cobertura de agua,<br />

la recolección de residuos, la iluminación, los parques, y otros servicios.<br />

Dada su falta de autonomía fiscal que se deriva de <strong>una</strong> escasa recaudación<br />

local, los <strong>municipio</strong>s se han visto en la necesidad de emitir deuda <strong>para</strong><br />

financiar su presupuesto. Esta situación no es sostenible en <strong>el</strong> largo<br />

plazo: la deuda tiene un límite natural. La opción de financiar con deuda<br />

puede ser sólo temporal. Si se extiende <strong>el</strong> uso de la deuda sin corregir los<br />

ingresos, se agota eventualmente la capacidad de endeudamiento.<br />

Tres ejes necesarios <strong>para</strong> las finanzas públicas<br />

Como ya explicamos, las ciudades mexicanas necesitan crecientes<br />

recursos <strong>para</strong> la provisión de servicios públicos. Sin embargo, en general<br />

los recursos propios vía impuestos no son suficientes y tampoco hay<br />

certidumbre sobre la futura disponibilidad de los recursos federales.<br />

Por lo tanto, necesitan un esquema de ingresos sustentable, al cual<br />

correspondan mayores ingresos cuando aumenta la población, a la vez<br />

de que se tengan los incentivos <strong>para</strong> mejorar la calidad de los servicios<br />

públicos. Los <strong>municipio</strong>s que conforman las ciudades mexicanas<br />

necesitan un sistema fiscal que aumente su autonomía respecto al<br />

gobierno central, <strong>para</strong> poder responder a sus obligaciones de gasto.<br />

114 EL MUNICIPIO UNA INSTITUCIÓN DISEÑADA PARA EL FRACASO<br />

Un esquema básico <strong>para</strong> <strong>el</strong> financiamiento de los servicios públicos<br />

deberá partir de <strong>una</strong> estructura ingresos-egresos con tres características.<br />

Primero, <strong>el</strong> saneamiento de las finanzas públicas; es decir, que <strong>el</strong><br />

gobierno encargado de proveer dichos servicios no tenga que recurrir<br />

al endeudamiento <strong>para</strong> poder proveerlos. Si <strong>el</strong> endeudamiento ayuda<br />

a emprender infraestructura <strong>para</strong> servicios públicos, los cargos al<br />

usuario deben incluir no sólo <strong>el</strong> costo de los servicios recibidos, sino<br />

también reflejar <strong>el</strong> costo de la infraestructura, incluyendo <strong>el</strong> costo d<strong>el</strong><br />

financiamiento. De ese modo, los cobros al usuario permiten liquidar<br />

las deudas contraídas <strong>para</strong> financiar la infraestructura. Segundo, se<br />

necesita fomentar <strong>el</strong> uso racional de los servicios públicos. Cuando<br />

no existe un sistema de precios que refleje <strong>el</strong> verdadero costo <strong>para</strong> la<br />

sociedad d<strong>el</strong> consumo de un bien, <strong>el</strong> consumo será mayor d<strong>el</strong> que a la<br />

sociedad le conviene en su conjunto, y este es <strong>el</strong> caso de los bienes y<br />

servicios públicos por los cuales no se cobra su uso. En la práctica es<br />

fácil observar este fenómeno de consumo en exceso cuando no se paga,<br />

por ejemplo, por la basura que se produce, o cuando la población paga<br />

precios subsidiados por <strong>el</strong> agua y la <strong>el</strong>ectricidad. Como consecuencia, la<br />

autoridad encargada de proveer estos servicios se ve obligada a sufragar<br />

estos gastos excesivos. Finalmente, <strong>el</strong> nuevo esquema debe generar<br />

transparencia y rendición de cuentas <strong>para</strong> que los ciudadanos puedan<br />

exigir mayor calidad en la provisión de los servicios por los que pagan y<br />

evaluar al gobierno que los otorga.<br />

esquemas de cobro adecuados<br />

En <strong>el</strong> artículo 115 de la Constitución se establecen los servicios<br />

públicos a cargo de los <strong>municipio</strong>s, por ejemplo: agua potable, drenaje,<br />

alcantarillado, tratamiento y disposición de aguas residuales, alumbrado<br />

público, manejo de residuos, jardines y seguridad pública. La única<br />

manera de conseguir que la provisión de estos servicios sea sostenible<br />

en <strong>el</strong> largo plazo, es que los recursos <strong>para</strong> dicha provisión se obtengan<br />

cobrando su uso a los beneficiarios d<strong>el</strong> servicio. Un esquema de este tipo<br />

genera <strong>una</strong> correspondencia entre los ingresos y egresos en cada rubro<br />

de gasto, así como un contrato entre ciudadanos y <strong>el</strong> gobierno local. De<br />

esta forma, <strong>el</strong> ciudadano utiliza los servicios públicos de manera racional,<br />

pues está pagando por <strong>el</strong>los al costo marginal social de producirlos. Por<br />

su parte, <strong>el</strong> gobierno se compromete a la prestación de servicios de<br />

calidad y con mayor cobertura. Es decir, <strong>el</strong> ciudadano se convierte en<br />

un consumidor que exige la provisión óptima y la rendición de cuentas.<br />

La reacción de los usuarios si <strong>el</strong> camión de la basura no pasa cuando se<br />

supone que debe hacerlo, o que <strong>el</strong> estado de las calles no sea <strong>el</strong> óptimo,<br />

debe ser muy diferente si los usuarios están pagando un recibo y tienen<br />

un contrato de servicio que si éste se les proporciona sin un costo directo<br />

a sus bolsillos..

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