El municipio: una institución diseñada para el fracaso
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Al estar desprovistos de instrumentos eficaces de gestión enfocados a<br />
la operación y <strong>el</strong> seguimiento de programas, los <strong>municipio</strong>s mexicanos<br />
tienen serias dificultades <strong>para</strong> asegurar su buen funcionamiento y<br />
su cumplimiento con las metas trazadas. En las ciudades mexicanas<br />
es muy común encontrar síntomas de la ausencia o <strong>fracaso</strong> de estos<br />
instrumentos de gestión. Un ejemplo clásico son los numerosos parques<br />
y zonas de recreación que, tras ser inaugurados, caen en <strong>el</strong> abandono<br />
y se deterioran rápidamente por la falta de mantenimiento y atención<br />
por parte de las autoridades municipales. De este modo, un proyecto<br />
con potencial <strong>para</strong> <strong>el</strong>evar la calidad de vida de las personas se traduce<br />
en un grave desperdicio de recursos públicos. Muchos <strong>municipio</strong>s son<br />
capaces de construir parques, banquetas y calles, pero carecen de las<br />
capacidades técnicas y organizacionales <strong>para</strong> brindarles mantenimiento<br />
y prevenir su deterioro.<br />
Por otra parte, es importante considerar que la gráfica anterior muestra<br />
únicamente la existencia de algunos <strong>el</strong>ementos que fueron reportados por<br />
los propios <strong>municipio</strong>s a través de <strong>una</strong> encuesta de INEGI. Sin embargo,<br />
no nos dice nada sobre qué tan bien funcionan en la práctica dichos<br />
instrumentos de gestión municipal. Es decir, a pesar de que <strong>el</strong> 44% de los<br />
<strong>municipio</strong>s metropolitanos reporta contar con un sistema de captación de<br />
quejas o sugerencias, al día de hoy no contamos con indicadores sobre la<br />
calidad de estos sistemas. Por lo tanto, y a partir de la evidencia empírica<br />
con la que contamos, no podemos concluir que los instrumentos de<br />
gestión que los <strong>municipio</strong>s reportan tener están cumpliendo con los<br />
objetivos <strong>para</strong> los cuales fueron diseñados.<br />
<strong>El</strong>ementos indispensables <strong>para</strong> la buena gestión de<br />
las ciudades<br />
Las ciudades más competitivas d<strong>el</strong> mundo cuentan con gobiernos<br />
locales que son capaces de administrarlas de manera eficaz, eficiente<br />
y transparente, lo que resulta en mejores servicios públicos y <strong>una</strong> mayor<br />
calidad de vida <strong>para</strong> la población. Si bien los sistemas de gobierno local<br />
son distintos entre sí (no existe un solo mod<strong>el</strong>o de gobierno local), es<br />
evidente que todos tienen características en común.<br />
En esta sección se discutirán cuatro <strong>el</strong>ementos que constituyen la base<br />
<strong>para</strong> <strong>una</strong> buena administración y gestión de las ciudades, y que no<br />
requieren de grandes reformas al marco regulatorio de los <strong>municipio</strong>s.<br />
Para realmente revertir <strong>el</strong> caos de gobernabilidad que hoy impera en las<br />
zonas metropolitanas, los <strong>municipio</strong>s urbanos de México deben incorporar<br />
estos <strong>el</strong>ementos, los cuales se encuentran estrechamente vinculados con<br />
la solución a los problemas descritos anteriormente.<br />
GESTIÓN PROFESIONAL<br />
<strong>El</strong> administrador urbano, <strong>una</strong> solución probada<br />
Administrar <strong>una</strong> ciudad es <strong>una</strong> tarea compleja que difícilmente puede<br />
llevar a cabo un gobierno que no cuenta con un equipo de trabajo con<br />
las suficientes capacidades técnicas y conocimientos de las necesidades<br />
de la ciudad, en especial si éste no está bien coordinado entre sí. Las<br />
ciudades tienen que operar un amplio número de servicios públicos de<br />
alta complejidad técnica y que son muy distintos entre sí pero que están<br />
interr<strong>el</strong>acionados, como lo son <strong>el</strong> sistema de transporte, la seguridad<br />
pública, <strong>el</strong> servicio de agua, la recolección de residuos, etc. Por <strong>el</strong>lo, es<br />
indispensable desarrollar un esquema de administración a niv<strong>el</strong> ciudad<br />
–o en su defecto, a niv<strong>el</strong> municipal– que permita articular la operación de<br />
todos los servicios públicos urbanos.<br />
Dada la corta duración de los periodos de gobierno municipal –con la<br />
consecuente pérdida de la curva de aprendizaje por la alta rotación de<br />
funcionarios– <strong>el</strong> primer <strong>el</strong>emento que debe tener un buen esquema<br />
de administración urbano es que <strong>el</strong> nombramiento o remoción de los<br />
funcionarios sea ajeno a los ciclos políticos. Un segundo <strong>el</strong>emento es<br />
que se privilegie la capacidad técnica y operativa de los funcionarios por<br />
encima de criterios de lealtad política. <strong>El</strong> tercer <strong>el</strong>emento es que éstos<br />
sean coordinados de manera efectiva por un funcionario no <strong>el</strong>ecto que<br />
cumpla con los dos <strong>el</strong>ementos anteriores, <strong>el</strong> cual debe tener <strong>una</strong> mayor<br />
jerarquía dentro de la estructura organizacional que los directivos de las<br />
distintas áreas de los servicios públicos.<br />
<strong>El</strong> administrador urbano o municipal es <strong>una</strong> figura que desde hace un<br />
siglo ha demostrado su efectividad en cientos de ciudades en <strong>el</strong> mundo.<br />
Una de las ventajas de esta figura es que permite a los funcionarios<br />
<strong>el</strong>ectos tener mayor tiempo disponible <strong>para</strong> dedicarlo a sus r<strong>el</strong>aciones<br />
con los principales actores de la comunidad, así como <strong>para</strong> pensar en<br />
las grandes estrategias de la ciudad, en lugar de estar ocupados con los<br />
problemas d<strong>el</strong> día a día. Por otra parte, al se<strong>para</strong>r la permanencia en <strong>el</strong><br />
puesto de los ciclos políticos se permite preservar la curva de aprendizaje,<br />
y se crean incentivos <strong>para</strong> que los mismos funcionarios locales inviertan<br />
recursos en especializarse y adquieran más conocimientos sobre las<br />
funciones que desempeñan en la ciudad. De poco sirven hoy los cursos<br />
de capacitación a funcionarios municipales si éstos dejarán su cargo al<br />
terminar <strong>el</strong> gobierno en turno, si no es que lo hacen antes.<br />
Un estudio de IBM señala que la clave <strong>para</strong> que las ciudades desempeñen<br />
un manejo de recursos más eficiente no tiene mucho que ver con <strong>el</strong><br />
tamaño geográfico de la ciudad ni con <strong>el</strong> número de habitantes, así como<br />
tampoco está r<strong>el</strong>acionada con las fuerzas sindicales o la desigualdad,<br />
sino que se trata de <strong>una</strong> mera cuestión de administración. <strong>El</strong> estudio<br />
concluye que las ciudades estadounidenses que tienen la figura d<strong>el</strong><br />
PROPUESTAS PARA LA GESTIÓN PROFESIONAL DE LAS CIUDADES<br />
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