TECNOLOGIAS EN MANOS DEL PUEBLO-Parte I.pdf - Fundación ...

Comunicación popular
El tercer elemento de discusión fue relativo a la
naturaleza de los contenidos de los productos comunicacionales.
La decisión de cubrir y generar
productos sobre las actividades de los infocentros
fue una discusión importante, en tanto orientó la
naturaleza y el objetivo de la comunicación que la
brigada se propone construir. ¿Debemos dirigir
nuestros esfuerzos a comunicar las acciones que
desde la institución emprenden los infocentros
con las comunidades u orientarlos a la producción
con, desde y para las comunidades? Fue la interrogante
que emergió en las primeras sesiones, con la
cual la práctica los interpeló cuando ya estaban capacitados
para la producción, y cuya respuesta definió
el sentido del proyecto: La brigada debe
apuntar a identificar las necesidades comunicacionales
de las comunidades y asumirlas con ellas en
el aprender-haciendo.
Retos y desafíos
Una mirada sobre el camino que se abre, señala algunos
retos a enfrentar, importantes para el aporte
de la brigada en la construcción del poder popular.
Por un lado, el grupo consolidado en Carapita en
la práctica audiovisual con la comunidad organizada,
tiene el trabajo de sostener la producción comunicacional
incorporando a la comunidad
organizada en los espacios formativos, y a mediano
plazo conseguir equipos como grupo autónomo.
Voces Cimarronas, el periódico, también enfrenta la
sostenibilidad de la producción comunicacional y
para ello es importante que defina si será de carácter
comunitario. Eso implicará anclar la producción
a un proceso de aprender-haciendo en una
comunidad. La otra opción es que se asuma como
una producción alternativa de los facilitadores. La
sostenibilidad también implica pensar cómo autogestionar
la producción.
El otro reto es multiplicar los logros de la constitución
de un equipo de trabajo con la comunidad
organizada que materialice la sostenibilidad de la
producción comunicacional en los otros infocentros
cuyos facilitadores participaron en el taller audiovisual,
y quienes, como mencionáramos
algunos párrafos antes, han asumido como primer
paso la realización de un diagnóstico comunicacional.
En este camino enfrentarán también decisiones
político-metodológicas, para las cuales
cuentan como guía orientadora el criterio que ellos
mismos definieron: identificar las necesidades comunicacionales
de las comunidades y asumirlas
con ellas en el aprender-haciendo. Para asumir esto
cuentan también con el producto escrito de la sistematización;
un manual para la producción popular
y alternativa que reúne el conjunto de
aprendizajes técnicos y de producción de los facilitadores
en tres formatos: periódico, murales y audiovisual.
Este manual, titulado La voz y los ojos del pueblo. Revolucionando
la comunicación, también es otro reto. Es
un compendio de los registros de aprendizajes en
los talleres sintetizados para la compresión del lector.
Alimentarlo con los aprendizajes metodológicos
del trabajo con la comunidad y darle formato
de guía de aprendizaje, puede hacer de él una herramienta
para multiplicar los aprendizajes y las experiencias.
Sin duda, el paso importante de la experiencia en
2010 fue consolidar un equipo con capacidades técnicas
y de producción en Carapita con la comunidad
organizada. Y he aquí, el aporte de la experiencia, y
de la Ruta de Sistematización como orientadora,
para socializar con la comunidad organizada capacidades
técnicas y de producción comunicacional,
eje transversal en la construcción del poder popular.
La sistematización como herramienta de diagnóstico,
de promoción de la participación, de socialización
de saberes, de reconocimiento y apropiación
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