TECNOLOGIAS EN MANOS DEL PUEBLO-Parte I.pdf - Fundación ...

Consideraciones iniciales
pias realidades latinoamericanas sin acudir a modelos
foráneos interesados en el sostenimiento de relaciones
dependientes, muchas veces solapadas a
través de intervenciones sociales y educativas. Es
bueno recordar en este aspecto, como la llamada
Alianza para el Progreso (1960-1970), creada para
impedir la generalización de la proeza cubana en la
región, se acompañó de esa perspectiva a través de
sus “programas de desarrollo comunitario”.
Asimismo, es importante mencionar, en el marco
de la aparición y desarrollo de la sistematización
de experiencias, lo que sucedía en las décadas de
los 60 y 70 en las ciencias sociales, específicamente
en las disciplinas de educación, trabajo social y psicología
social, en tanto el momento histórico y político
latinoamericano de esos años se expresaron
en profundos cuestionamientos sobre la práctica
profesional. Se replanteaba el metodologismo
aséptico, copiado de las ciencias duras, y se criticaba
la pertinencia del conocimiento producido (o
inducido desde los centros académicos extranjeros)
con respecto a la realidad social de los pueblos
latinoamericanos caracterizados por una profunda
desigualdad.
De cara a lo que ocurría en los movimientos sociales,
particularmente en el sur, surgían en esos
años iniciativas organizativas desde sectores obreros,
campesinos y barriales que empujaban la creación
de formas educativas alimentadas de la
actividad política que llevaban a cabo. Recoger y
aprender de la multiplicidad de estas experiencias
va abonando la necesidad de contar con un método
político y educativo que halle en las acciones
de lucha del pueblo organizado la pedagogía necesaria,
que en los años sucesivos va siendo atribuido
en parte al significado de la sistematización
de experiencias.
No obstante, es importante mencionar que lo que
es hoy conocido como sistematización de experiencias,
transitó también por caminos teóricoprácticos
diversos de la mano de la multiplicación
de experiencias organizativas de sectores populares
latinoamericanos, entre ellos, el trabajo social
reconceptualizado, la educación de adultos, la educación
popular, la teología de la liberación, la teoría
de la dependencia y la investigación acción participativa
(Jara, 2008).
En la actualidad, la sistematización de experiencias
puede ser reconocida como una práctica socioeducativa
con referencias teóricas, metodológicas y
prácticas propias aunque diversas y no ajenas a las
ambigüedades. Lo característico de ella es que trata
de generar procesos que permitan aprender de las
experiencias vividas a través de su reconstrucción y
análisis crítico para construir propuestas transformadoras
de la realidad. Es considerada un proceso
dialéctico porque mira la práctica, reflexiona sobre
ella pretendiendo su comprensión y teorización y
vuelve a ella para orientar cambios deseados. Promueve
así la construcción de conocimientos desde
las perspectivas y experiencias de la clase popular.
La sistematización de experiencias es en este sentido,
una práctica política porque tiene una intencionalidad.
Se hace con fines transformadores,
promueve cambios y construye conocimientos a
favor de algunos y en contra de otros.
En los infocentros se inició en el año 2008 la sistematización
de experiencias vividas por parte de
las comunidades en estos centros tecnológicos,
cuál fue la intencionalidad política del proceso de
sistematización en los infocentros es lo que abordaré
en el siguiente apartado.
La sistematización desde los infocentros
En el año 2007 se crea la Fundación Infocentro,
institución adscrita al hoy Ministerio de Ciencia,
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