Francisco J. Laportaración. Cantidad de información, velocidad de la información y rapidezde las decisiones están aseguradas, pero la calidad reflexiva ydeliberativa es harina de otro costal. Todas las mañanas a la hora deldesayuno el pueblo decidirá sobre cosas como la mayoría de edadpenal, los arrendamientos de vivienda o el servicio militar obligatorio.Lo malo es que no se hará una consulta sola, sino cientos de ellasen cientos de lugares y por cientos de internautas, con lo que lademocracia acabará tornándose en mala demoscopia y la malademoscopia en folklore cotidiano. Esta última semana, por ejemplo,en varias páginas de la red hemos podido pronunciarnos a favor o encontra de la eutanasia (así, a palo seco; 7,138 a favor y 3,421 encontra eran los últimos datos en unas, lo contrario en otras; todo unprodigio de las facultades deliberativas).III. REPRESENTACIÓN DE GRUPOSSeguramente por estas consideraciones o por otras similares derivadasdel sentido común, muchas de las propuestas de los partidariosde la democracia deliberativa pueden ser interpretadas en realidadcomo mejoras de la democracia representativa. Eso acontece, por ejemplo,con algo que todos mis interlocutores mencionan y en lo que tambiénmerece la pena detenerse a reflexionar: la representación degrupos o colectivos. En primer lugar, quiero decir que no estamos aquíen un mecanismo institucional que tenga relación directa con la deliberación.Se puede, desde luego, pensar que si los distintos grupos,colectivos, minorías, etcétera, se hallan representados, la deliberaciónpública se enriquecerá con los puntos de vista de ellos, pero tampocoes imposible pensar en situaciones de una intensa deliberación políticasin representación de grupos. Mi preocupación con esta propuestainstitucional es, sin embargo, otra. La fuerza básica de la decisión porvotación depende del valor que acordemos para cada voto. Pongamosque el votante es un elector: si un tipo de elector dispone de un votocon mayor fuerza decisional que otro tipo de elector, entonces el principiode mayoría se resiente en sus fundamentos porque el que atribu-106
Los problemas de la democracia deliberativa: una réplicayamos capacidad decisoria a las mayorías deriva de que la decisiónpor mayoría es el único procedimiento que trata a todos los participantesexactamente como iguales. La mayoría es el sistema en que cadavoto vale igual que los demás. Si el voto de unos vale más que el votode otros, tanto para decidir (aristocracia) como para vetar (mayoríascualificadas, etcétera), entonces el principio democrático y el viejo dogma“un hombre, un voto” quedan en entredicho. Pues bien, esto es exactamentelo que acaece cuando abrimos la posibilidad de la representacióngrupal. Se trata de que determinados grupos especialmentenecesitados, o de caracteres culturales muy definidos, o tradicionalmenteignorados, tengan por obra de la ley un cupo mínimo en losórganos representativos cualquiera que sea la mayoría al respecto. Senos dice, que en términos de riqueza de la deliberación, esto es muyconveniente pues los problemas y las demandas de esos grupos, queen un sistema puramente mayoritario pueden quedar relegados e ignorados,afloran así a la discusión y de ese modo conocemos puntosde vista que antes no conocíamos y, además del consiguiente enriquecimientode las discusiones, ello nos fuerza hacia la imparcialidad.Pues bien, dando por supuesto algo que nadie discute, y es que lasmayorías no deben nunca tener poder para conculcar los derechosindividuales de los ciudadanos pertenecientes a las minorías (esto es,que tales derechos individuales han de estar más allá del alcance de ladecisión de las mayorías), la representación grupal plantea problemasimportantes: quiebra, en primer lugar, la lógica de la elección: uno yano es elegido porque los votantes lo deciden, sino que puede que salgaautomáticamente porque pertenece a una minoría que hay que escuchardiga lo que diga el votante. Esto altera el sentido ‘volitivo’ de laidea moderna de representación y habrá que justificarlo. Después habrávotantes que se pregunten, con razón, por qué su voto ciudadanorinde más en términos de representación cuando se dirige a un grupominoritario que cuando opta por un ciudadano común. En tercer lugar,y sin que haya que caer en esperpentos argumentales como el de queel gremio de peluqueros pretenda estar representado, habrá de segurogrupos variados con intereses serios y problemas relevantes tambiénpostergados que demanden con argumentos convincentes un107
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