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Los problemas de la democracia deliberativa: una réplicaIV. RETOQUES MENORESA estas propuestas que creo comparten todos mis interlocutores,Rubio Carracedo añade algunas más concretas que se sitúan en elmarco de lo que tenemos y pretenden mejorarlo. En primer lugar, porejemplo, el desbloqueo de las listas electorales con tendencia a laapertura y con mecanismos para dar más protagonismo al elector.Bien, estoy de acuerdo con ello, pero advierto en seguida que no sepiense en esto como el bálsamo de Fierabrás para mejorar la actitudde los votantes o de los partidos. Ya tenemos elecciones con este tipode listas: abiertas y desbloqueadas. Son las del Senado. Y el resultadoa la vista está. En segundo lugar, se apela a la limitación de los mandatospolíticos. Sobre esto ya me he pronunciado públicamente (El País,2/5/2000) sorprendido por las virtudes moralizadoras que parecíandescubrirse súbitamente en esta receta. Pues bien, simplemente no esverdad que los mandatos limitados eliminen la corrupción política yhagan al representante más sensible a las demandas de los representados.Ahí están tantos presidencialismos latinoamericanos para demostrarloaño tras año. Desde luego que pueden ser útiles paraaumentar la velocidad de circulación de las elites de los partidos, peronada más que para eso. Junto a ello presentan inconvenientes: elamateurismo permanente de los políticos es uno de ellos; las pugnasinternas en los partidos otro.Rubio Carracedo plantea también como demanda urgente un llamado“código ético para políticos demócratas”. Supongo que estovaldrá tanto para la democracia participativa como para la representativa.O, como yo me temo, no valdrá ni para la una ni para la otra.Trataré de explicar por qué. Pero antes de hacerlo voy a hacer unabreve reflexión sobre la justificación de tales códigos. Me resultasorprendente que se los conciba como una suerte de descripciónideal de una profesión que, si logra vigencia, irá “en interés” de suspropios destinatarios. Los políticos, o los periodistas, se dice, tienenque adoptarlos porque a la postre va a ser mejor para ellos; si losempresarios los cumplen acabarán por ganar más, y así sucesivamente.Pero ¿qué clase de ética es esta cuyas pautas satisfacen el109

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