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¿Cansancio de la democracia o acomodo de los políticos?todo democrático al método económico, aunque otorgándole al primerouna permisividad casi total, con exclusión de la violencia,pretendidamente a causa de su naturaleza especial. Esta nefasta herenciaschumpeteriana, pese a su tufillo maquiavélico, ha pesado decisivamenteen la legitimación de modos y comportamientos repelentesen cualquier otra actividad humana digna de tal nombre.Precisamente, ahí radica el error. Es muy frecuente considerar loscódigos éticos, sobre todo los profesionales, como una serie de cortapisasexternas a la propia profesión, que vienen a limitar su libertadde movimiento y de acción. Y, sin embargo, los códigos éticos selimitan a señalar la lógica de la acción profesional a medio y largoplazo, permitiendo iluminar decisivamente las confusiones y desvaríosque provocan la mera consideración del presente y del cortoplazo, en los que el “todo vale” parece el enfoque más eficiente.Justamente, el código ético de la publicidad comercial ilustraelocuentemente cómo sus pautas —aceptadas por el colectivo comoun autocontrol consensuado— no sólo señalan la lógica de la acciónpublicitaria, sino que significan la salvaguarda de la profesión: ¿paraqué serviría una publicidad sin autocontrol? ¿Quién le daría el menorcrédito? El “todo vale”, que podría parecer exitoso por un momento,conduciría directamente a su desaparición.Pues bien, mi tesis es que la política democrática sufre un gravísimodeterioro justamente porque carece de un código ético de conductademocrática. Ello ha sido posible porque se ha venido confundiendo lapolítica cruda con la política democrática. La primera traza las reglasde la adquisición y mantenimiento del poder como realidad natural(poder como dominación), ajena a todo contrato social; pero la segundatraza las reglas del poder consensuado, esto es, del poder democrático,el único legítimo entre nosotros. Las constituciones democráticasmarcan las reglas del juego y todo lo que se haga al margen de talesreglas es juego sucio, desleal e ilegal (aunque el nuevo Código Penalde la democracia tampoco lo sancione).No es éste el lugar para formular el código ético del político demócrata,pero bastará una aproximación desde el código de la publicidadcomercial. ¿Qué les parecería a nuestros políticos demócratas, y no89

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