11.07.2015 Views

BsjLd

BsjLd

BsjLd

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Democracia representativa y virtud cívicaque recurriendo a la discusión, mágicamente, conseguimos decisionesmás imparciales y una ciudadanía más ilustrada. 23 La discusión puedellevarnos a resultados poco atractivos: por ejemplo, luego de ser manipuladapor demagogos, o por gente retóricamente más preparada o,simplemente, por los que tienen más recursos para comprar propagandaen favor de sus propuestas. Pero —podrán alegar los“deliberativistas”— este tipo de problemas, junto con muchos otros,también distinguen al sistema representativo actual, alimentado a travésde una infinidad de recursos volcados en las campañas electoralesy distinguido por sus líderes “mass-mediáticos.”Por otra parte —pueden decirnos los “deliberativistas”— existenmúltiples y muy conocidas formas de favorecer la deliberación, reglarsus procedimientos, y controlar sus resultados —de modo tal demaximizar los beneficios esperados de la discusión, y minimizar susposibles costos. Una forma de favorecer la discusión colectiva sin siquierarecurrir a las asambleas masivas que asustan a nuestros autores,es a través del uso de los medios de comunicación. En los EstadosUnidos, por ejemplo, y durante años, se puso en práctica la llamada“doctrina de la equidad” (fairness doctrine) (celebrada por la mismaCorte Suprema en Red Lion Broadcasting Co. v. FCC, 1969), que obligabaa los medios a ocuparse de cuestiones de interés público y ahacerlo confrontando distintos puntos de vista. Como bien dijeron losjueces que examinaron la propuesta, en su momento, dicha propuesta(como muchas otras que pueden pensarse a la hora de incentivar ladeliberación) requiere ser evaluada concretamente en cada ámbito endonde se la aplique para que pueda determinarse así, poco a poco,hasta qué punto la misma cumple con lo que promete o contribuye,por el contrario, a empobrecer el debate público. Esto es, propuestas“deliberativas” como la señalada no necesitan aplicarse ciegamente, o“de una vez y para siempre,” sino que pueden y merecen ser aplicadascon cautela (en procesos de “ensayo y error”), y supervisadas de cercapor los organismos de control público.23 Cfr. PRZEWORSKI, A., en Manin, Przeworski, Stokes, op. cit.73

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!