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Ernesto Garzón Valdésles”, que aseguran a la democracia una marcha erguida y la realizaciónde una vigencia equitativa de las leyes. La democracia constitucionalmenterestringida sería la solución a los problemas no resueltos poruna concepción idealizada del ciudadano. En la medida en que el juegodemocrático tome en serio las restricciones constitucionales que, porotra parte, están incluidas en todas las constituciones modernas y contenidasen múltiples documentos internacionales suscritos por la mayorparte de los Estados, puede entreverse un futuro estable y promisorde la democracia.7. Pero aun si se sostiene la plausibilidad de las condiciones normativasnecesarias, lo que parece ser admisible, aducirá el pesimista, esque cada vez es mayor el abismo que separa las concepciones normativasde la democracia de la realidad política. Por ello, las observacionesempíricas estimulan también el pesimismo: los datos acerca delestado de las llamadas democracias en América Latina, África, Asia yel este de Europa son implacablemente desalentadores.Fukuyama sostenía que no había que dejarse “extraviar” por el hechode que algunos grupos resultaran discriminados y no pudieran obtener lasatisfacción de sus deseos. El pesimista le recordaría que según el últimoinforme de Merrill Lynch, en América Latina, cuyos países en su inmensamayoría integran la lista de países democráticos de Huntington, 47 en lallamada década perdida el principal grupo de los magnates logró acumularuna fortuna que equivale al ingreso de 430 millones de pobres durante63,000 años. Si esto es así, no cuesta mucho inferir que hablar de mero“extravío” es un eufemismo que oculta una realidad en la que no pareceque se cumpla el ideal democrático de libertad en igualdad.También en las mismas democracias tradicionales se perciben desajustesdentro del propio mecanismo democrático que le hicieron temera James M. Buchanan que los “apetitos de las coaliciones mayorita-47 Hasta qué punto esta lista es poco confiable lo ha puesto de manifiesto conestricto espíritu crítico Ruth ZIMMERLING (Samuel Huntingtons demokratische Wellen– viel Lärm um Gischt?, manuscrito inédito). Pero no sólo ello: también el esquemaconceptual de Huntington expuesto en su The Third Wave – Democratization in theLate Twentieth Century, University of Oklahoma Press, Norman/Londres, 1991,adolece de notables deficiencias, como lo demuestra convincentemente Zimmerling.172

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