You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
2. AUTORES <strong>DE</strong> LA <strong>BIBLIA</strong><br />
En la Constitución "Dei Verbum" del Vaticano Il se afirma la doble paternidad de los libros<br />
sagrados: "En la redacción de los libros sagrados Dios eligió a hombres, que utilizó usando de sus<br />
propias facultades y medios, de forma que, obrando él en ellos y por ellos, escribieron, como<br />
verdaderos autores, todo y sólo lo que él quería" (DV 11).<br />
Se trata, pues, de libros con una doble paternidad. Son libros escritos por hombres, sobre<br />
los que el Espíritu de Dios estuvo ejerciendo una acción especial, de tal forma que también a él<br />
debemos atribuirle estos libros. El hombre tampoco será un simple instrumento en las manos de<br />
Dios. Dios como que toma al hombre a su servicio, pero dejándole ser él mismo. Naturalmente, no<br />
es necesario que el hombre se dé cuenta de esta presencia y actuación de Dios, lo mismo que el<br />
Espíritu actúa constantemente en nosotros de tantas formas silenciosas e inefables.<br />
a.- El hombre, autor de la Biblia<br />
Hemos dicho ya que los libros de la Biblia son muchos y que fueron escritos en épocas muy<br />
distintas; si leemos pasajes de libros diversos, enseguida caemos en la cuenta de que el estilo en<br />
que están escritos y la mentalidad que reflejan difieren entre sí notablemente. Esto nos lleva a la<br />
conclusión de que los hagiógrafos, es decir, los autores de estos libros sagrados, son ellos<br />
auténticos responsables de lo que escribieron. Lo hicieron de acuerdo con su ambiente, con su<br />
mentalidad, con su ingenio, con su capacidad. En cada uno de esos libros tenemos la impronta del<br />
autor o autores que intervinieron en su composición. La introducción de Lucas a su evangelio es<br />
un claro indicio de la tarea y responsabilidad de auténtico autor, que indaga, se informa y busca el<br />
dato exacto.<br />
Algunos libros se atribuyen a personas concretas, aunque en cada caso habrá que estudiar<br />
su paternidad. En otros casos habrá que contar más con el carácter social que personal de esa<br />
autoría: son producto de tradiciones que el pueblo judío o la comunidad cristiana han ido transmitiendo<br />
hasta encontrar la pluma del redactor definitivo que nos ha ofrecido el libro tal como<br />
ahora lo tenemos.<br />
b. Dios, autor de la Biblia<br />
Esta atribución la encontramos consignada en los mismos libros sagrados, ya en el AT; esto<br />
es particularmente manifiesto en los libros de los profetas, en los que continuamente se nos está<br />
proclamando: ,,Oráculo del Señor" ; ello expresa la conciencia de que el mensaje transmitido no<br />
era de elaboración personal, sino de origen divino.<br />
En el NT repetidamente nos encontramos en los evangelios con el estribillo: "para que se<br />
cumpliera la Escritura"; lo que hace suponer que si esa Escritura se tenía que cumplir, lo sería no<br />
por ser simple palabra humana, sino por ser palabra de Dios. En los discursos de los Hechos los<br />
apóstoles acuden a la Escritura para confirmar su predicación; sabían que el auditorio que les<br />
escuchaba creía que en esa Escritura estaba la voz de Dios. Una voz de Dios que se haría<br />
definitiva en el Hijo: "Muchas veces y de muchos modos habló Dios en el pasado a nuestros padres<br />
por medio de los profetas; en estos últimos tiempos nos ha hablado por medio del Hijo" (Hb<br />
1, 1-2).<br />
Pero si Dios es el autor de la Biblia no lo será en la misma forma en que lo es el autor<br />
humano; por eso, el término `autor', referido a Dios, hay que tomarlo en un sentido analógico.<br />
Según nuestros diccionarios, `autor' es igual a `causa de alguna cosa'. Dios es causa de los libros<br />
sagrados, no porque él los haya escrito, sino porque él ha sido causa de que el hagiógrafo los<br />
escribiese; y, mediante ellos, es causa del plan de salvación contenido en la Escritura. El les ha<br />
promovido, les ha asistido, les ha inspirado.<br />
3. INSPIRACION<br />
Hemos dicho: "les ha inspirado"; con esto hemos pronunciado la palabra con la que se suele<br />
designar esta autoría o presencia de Dios en los libros sagrados. La palabra la encontramos ya en<br />
la misma Escritura: "Toda Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar..." (2 Tm 3, 16).<br />
Equivalentemente se expresa la 2P: "Nunca profecía alguna ha venido por voluntad humana, sino<br />
que hombres movidos por el Espíritu Santo han hablado de parte de Dios" (2 P 1, 21).<br />
Nuestra palabra `inspiración' se deriva del latín `inspirare', que significa `soplar'; y es<br />
traducción del término griego empleado por Pablo `theo-pneustos' = `soplado por Dios'. La imagen<br />
meteorológica nos sugiere la acción del Espíritu que alienta en la palabra escrita por los<br />
hagiógrafos. Con anterioridad, Platón había dedicado uno de sus `Diálogos',a disertar sobre la<br />
13