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Nuestros diccionarios la definen: `Estudio sobre las causas de las cosas'. En la Biblia se<br />
encuentra esta forma de expresión siempre que se pretende dar la explicación de un suceso o<br />
situación actual o de un fenómeno natural a base de un acontecimiento del pasado. Por ej.: el que<br />
Israel esté ocupando Palestina se debe a una promesa, la hecha a Abraham; la existencia de una<br />
roca que sugiere formas humanas obedece a la transformación de la mujer de Lot en estatua de<br />
sal (Gn 19, 26). Estas etiologías a veces pueden acertar, pero otras no pasan de ser meras suposiciones.<br />
2.° NIVEL TEOLOGICO<br />
1. La Biblia: historia de salvación<br />
En la Biblia hay algo que constituye su tema central y que le da unidad: la Biblia es<br />
fundamentalmente una `Historia de Salvación'; en realidad, más que contarnos la historia de un<br />
pueblo, nos cuenta la acción salvadora de Dios en favor de ese pueblo y, en definitiva, de toda la<br />
humanidad.<br />
"Cuando se halla Israel en período crítico y se ve librado por Dios, sea por un concurso<br />
providencial de circunstancias que puede llegar hasta el milagro, sea enviándole un jefe humano<br />
que lo lleve a la victoria, entonces experimenta la `salvación de Dios'. El asedio de Jerusalén por<br />
Senaquerib ofrece un ejemplo clásico de esto: el rey de Asiria niega que Yahvé pueda salvar a Israel;<br />
Isaías promete la salvación; y efectivamente Dios salva a su pueblo" (León-Dufour).<br />
Al decir que la Biblia es una `Historia de Salvación' queremos decir que Dios se ha querido<br />
comunicar con el hombre a través de la historia, es decir: de los acontecimientos humanos. Es en<br />
los acontecimientos, principalmente en los peligros, en los sufrimientos, en los pecados, donde<br />
Israel ha experimentado esa salvación de Dios. Cada cual puede hacer un rápido recorrido por lo<br />
que superficialmente recuerda de la Biblia (de la Historia Sagrada) para convencerse de esta<br />
afirmación.<br />
Esta historia de la salvación no es meramente episódica: salvaciones aisladas, sino que es<br />
una salvación en proceso, que culmina en Jesús, quien, también etimológicamente, es `el<br />
Salvador'.<br />
Toda la historia salvífica puede y debe ser considerada como un ángulo enorme, cuyo<br />
vértice es Jesús, el Cristo. Por el primero de sus lados, la humanidad ha tendido hacia Cristo<br />
suspirando angustiosamente por su salvación. Esta tendencia crítica fue vivida por toda la historia<br />
veterotestamentaria, tal como la refleja la Biblia... Mas el ángulo tiene un segundo lado. Este fluye<br />
del vértice (Cristo) y se hace extensivo hasta la consumación misma de los tiempos.<br />
En su conversación con los discípulos de Emaús, Jesús reivindica para sí mismo este<br />
carácter de vértice y cumplimiento de las Escrituras (Lc 24, 25-27). El establece la unión entre el A<br />
y NT; en los dos se habla de la misma salvación de Dios.<br />
Esto obligará a veces a leer el AT en sentido tipológico; es lo que afirmaba<br />
Pablo: "Estas cosas sucedieron en figura para nosotros, para que no codiciemos<br />
lo malo como ellos lo codiciaron" (1 Co 10, 6).<br />
2. Sentidos bíblicos<br />
como tal<br />
Acabamos de escribir la palabra "sentido". En los antiguos manuales se dedicaba un gran<br />
espacio al estudio minucioso de los "sentidos bíblicos'. Se hablaba del literal que, a su vez, se<br />
subdividía en propio e impropio, histórico y pleno, del sentido típico, del sentido implícito o<br />
consecuente, del sentido acomodado. Hoy día no se presta tanta atención a estas categorías, que<br />
pueden tener su equivalencia en estos tres niveles que nosotros estamos estudiando. Pero sí<br />
tenemos que admitir que, además del sentido literal, que es el que normalmente tenemos que dar<br />
siempre a la Biblia, podemos encontrar también en ella ese otro sentido típico, del que ella misma<br />
nos habla.<br />
- Sentido literal: el que expresan inmediatamente las palabras.<br />
• Sentido propio: si se toman las palabras en su sentido directo.<br />
• Sentido impropio: si se toman en sentido figurado, metafórico.<br />
• Sentido histórico: que expresa lo que conoció el hagiógrafo.<br />
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