11.05.2013 Views

Descargar - Alcaldia Municipal de San Miguel

Descargar - Alcaldia Municipal de San Miguel

Descargar - Alcaldia Municipal de San Miguel

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Juliette Benzoni<br />

instante <strong>de</strong>spués, el vestido blanco caía sobre el brazo con el<br />

que Aldo ro<strong>de</strong>aba la cintura <strong>de</strong> la joven, <strong>de</strong>mostrándole que no<br />

se había, equivocado: no llevaba nada <strong>de</strong>bajo. El contacto <strong>de</strong><br />

aquella piel divinamente sedosa acabó <strong>de</strong> <strong>de</strong>senca<strong>de</strong>nar un<br />

<strong>de</strong>seo que el hombre ya no tenía ningunas ganas <strong>de</strong> contener.<br />

Mientras volvía a su habitación a la hora en que los<br />

sirvientes <strong>de</strong>l hotel empezaban a colocar <strong>de</strong>lante <strong>de</strong> las puertas<br />

los zapatos lustrosos <strong>de</strong> los clientes, Morosini se sentía molido<br />

<strong>de</strong> cansancio a la vez que ligero como una pluma. Lo que<br />

acababa <strong>de</strong> suce<strong>de</strong>r lo rejuvenecía diez años, <strong>de</strong>jándole al<br />

mismo tiempo una extraordinaria impresión <strong>de</strong> libertad. Tal<br />

vez porque entre ellos ya no se trataba <strong>de</strong> amor, sino <strong>de</strong> la<br />

búsqueda <strong>de</strong> un acuerdo perfecto que se había producido con<br />

toda naturalidad. Sus cuerpos se habían vuelto a unir, se habían<br />

adaptado el uno al otro <strong>de</strong> un modo espontáneo y habían<br />

<strong>de</strong>sgranado casi alegremente el rosario <strong>de</strong> caricias <strong>de</strong> antaño,<br />

que, sin embargo, les parecían completamente nuevas. Nada <strong>de</strong><br />

preguntas, nada <strong>de</strong> promesas, nada <strong>de</strong> confesiones que ya no<br />

tendrían sentido sino el sabor a la vez áspero y <strong>de</strong>licado <strong>de</strong> un<br />

placer que seguramente eran el único que podían darse. El<br />

cuerpo <strong>de</strong> Dianora era un objeto artístico hecho para el amor.<br />

Sabía proporcionar raros <strong>de</strong>leites que Aldo, sin embargo, no<br />

trataría <strong>de</strong> repetir. Su último beso había sido realmente el<br />

último, dado y recibido en una encrucijada <strong>de</strong> caminos que se<br />

separaban sin que él, pese a todo, lo lamentara.<br />

Tal como ella le había dicho riendo, «el tiempo pasado<br />

había vuelto», pero sólo por unas horas. El verda<strong>de</strong>ro adiós<br />

seguía siendo el <strong>de</strong> la carretera a orillas <strong>de</strong>l lago <strong>de</strong> Como, y<br />

Morosini <strong>de</strong>scubrió que eso no le hacía sufrir. Tal vez porque en<br />

el transcurso <strong>de</strong> esa noche ardiente, otro rostro se superpuso<br />

como una máscara sobre el <strong>de</strong> Dianora.<br />

«Mañana, mejor dicho, <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> un rato —pensó mientras<br />

se metía bajo las sábanas para dormir un poco—, tendré que<br />

intentar volver a verla. Y si no lo consigo, regresaré a Varsovia.»<br />

131

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!