11.05.2013 Views

Descargar - Alcaldia Municipal de San Miguel

Descargar - Alcaldia Municipal de San Miguel

Descargar - Alcaldia Municipal de San Miguel

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Juliette Benzoni<br />

respecta, Anielka está convencida <strong>de</strong> que le he mentido porque<br />

vio a la señora Kle<strong>de</strong>rmann besarme, tras lo cual, Sigismond se<br />

encargó <strong>de</strong> exhibirme cuando estaba inconsciente en su cama. Y<br />

no quiere aten<strong>de</strong>r a razones.<br />

—Ah, ahí está la última pieza <strong>de</strong> mi rompecabezas —dijo<br />

Adalbert con satisfacción—. Se lo dije: las muchachas bonitas<br />

son imprevisibles, pero cuando son esclavas sus reacciones son<br />

un ejemplo <strong>de</strong> poesía lírica. Y cuando las dominan los celos, se<br />

vuelven monstruos. Esta quizá merezca un poco <strong>de</strong><br />

indulgencia; tratándose <strong>de</strong> un ser tan impulsivo el resultado ha<br />

sido un cúmulo <strong>de</strong> emociones contradictorias.<br />

Aldo no contestó. Una súbita i<strong>de</strong>a acababa <strong>de</strong> atravesarle la<br />

mente mientras Adal buscaba disculpas para Anielka; mientras<br />

había estado junto a ella, ni por un instante había pensado en<br />

pedir noticias <strong>de</strong> Romuald. Sólo Anielka, Vidal-Pellicorne y él<br />

conocían el lugar <strong>de</strong> la cita, y, a no ser que el infeliz hubiera<br />

sido <strong>de</strong>scubierto por casualidad, quizás ella tuviera alguna<br />

responsabilidad en su <strong>de</strong>saparición. Y él, Morosini, acababa <strong>de</strong><br />

comportarse como un perfecto egoísta.<br />

—Hace un momento, pablaba <strong>de</strong> un rompecabezas<br />

completo, pero a mí me parece que falta una pieza importante:<br />

seguimos sin saber qué ha sido <strong>de</strong>l hermano <strong>de</strong> Théobald.<br />

Adalbert se dio una palmada en la frente.<br />

—¡Por todos los dioses <strong>de</strong> Egipto! ¡Qué <strong>de</strong>spiste! Claro que<br />

con todo lo que ha pasado esta noche puedo pedir que se<br />

tengan en cuenta las circunstancias atenuantes. Romuald ha<br />

aparecido. Esta noche, hacia las diez. Derrengado, molido,<br />

hambriento y empapado por haber hecho un viaje <strong>de</strong> vuelta en<br />

moto bajo la lluvia, pero vivo. Théobald y yo hemos llorado <strong>de</strong><br />

alegría, y a estas horas el muchacho <strong>de</strong>be <strong>de</strong> estar durmiendo<br />

en la habitación <strong>de</strong> invitados <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> dar buena cuenta <strong>de</strong> la<br />

copiosa cena que le ha preparado su hermano.<br />

—¿Qué le pasó?<br />

—Unos enmascarados se le echaron encima, lo ataron, lo<br />

sacaron <strong>de</strong> la barca y lo llevaron a otra que esperaba cerca,<br />

oculta entre unas cañas. Al llegar al centro <strong>de</strong>l río, lo arrojaron<br />

308

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!