11.05.2013 Views

Descargar - Alcaldia Municipal de San Miguel

Descargar - Alcaldia Municipal de San Miguel

Descargar - Alcaldia Municipal de San Miguel

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

La Estrella Azul<br />

han golpeado y he recobrado el sentido en la cama <strong>de</strong> la señora<br />

Kle<strong>de</strong>rmann.<br />

—Habrían podido escoger peor —masculló el arqueólogo,<br />

aunque, pese a este comentario irónico, no parecía muy<br />

dispuesto a sonreír—. ¿Sabe quién ha sido?<br />

—La misma persona que me apaleó o me hizo apalear en el<br />

parque Monceau. He oído una risa muy característica. Esto <strong>de</strong><br />

vapulearme empieza a convertirse en una costumbre <strong>de</strong> lo más<br />

irritante.<br />

—¿Y cómo ha salido?<br />

—Derribando la puerta cuando he oído el estruendo abajo.<br />

Por cierto, ¿y si me contara lo que ha ocurrido? No habrá sido<br />

usted quien ha hecho caer a lady Clementine…<br />

Vidal-Pellicorne adoptó una expresión contrita.<br />

—Confieso que he sido yo el culpable. Una zancadilla<br />

involuntaria…, ya sabe lo torpe que soy con las extremida<strong>de</strong>s<br />

inferiores. Sin embargo —añadió bajando la voz y en un tono<br />

mucho más alegre—, va a ponerse usted muy contento: el zafiro<br />

auténtico está en mi bolsillo. Lo que acaban <strong>de</strong> guardar en su<br />

estuche es la copia <strong>de</strong> Simon.<br />

La noticia era tan buena que Aldo hubiera podido gritar <strong>de</strong><br />

alegría.<br />

—¿De verdad? —dijo.<br />

—Más bajo. Por supuesto que <strong>de</strong> verdad. Podría<br />

enseñárselo, pero este no es el sitio más indicado.<br />

Los invitados empezaban a salir <strong>de</strong>l castillo para dirigirse a<br />

las sillas dispuestas en la terraza. La señora Kle<strong>de</strong>rmann, con<br />

una ligera capa sobre los hombros, se hallaba entre ellos.<br />

—Estaba buscándolos —dijo—. Ha ocurrido una cosa un<br />

poco rara: no sé qué imbécil ha consi<strong>de</strong>rado oportuno <strong>de</strong>rribar<br />

la puerta <strong>de</strong> mi habitación.<br />

—¿Un admirador excesivamente impetuoso quizá? —<br />

sugirió Morosini entre bromas y veras—. Espero que le hayan<br />

dado otra habitación.<br />

—Es imposible; están todas ocupadas. Pero están reparando<br />

la puerta. Ferrals se ha puesto furioso cuando ha visto los<br />

259

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!