11.05.2013 Views

Descargar - Alcaldia Municipal de San Miguel

Descargar - Alcaldia Municipal de San Miguel

Descargar - Alcaldia Municipal de San Miguel

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

Juliette Benzoni<br />

<strong>de</strong> los cañones era el coleccionista anunciado por Anielka —<br />

cosa que él dudaba, puesto que nunca había oído hablar <strong>de</strong> él<br />

—, el mejor anticuario parisiense tenía que saberlo. Pero estaba<br />

escrito en alguna parte que ese día Aldo no tendría suerte. En la<br />

magnífica tienda-museo <strong>de</strong> su amigo sólo encontró a un<br />

hombre <strong>de</strong>lgado, <strong>de</strong> edad avanzada pero muy elegante y con<br />

un ligero acento inglés: el señor Bailey, el ayudante <strong>de</strong><br />

Vauxbrun, al que ya había visto en varias ocasiones. Este<br />

caballero lo recibió con la tímida sonrisa que en él era muestra<br />

<strong>de</strong> una alegría exuberante, pero le dijo que el anticuario se<br />

había ido esa misma mañana a Touraine para realizar un<br />

peritaje y que no se esperaba que volviese antes <strong>de</strong> cuarenta y<br />

ocho horas.<br />

Aldo estuvo un rato curioseando en medio <strong>de</strong> un admirable<br />

y rarísimo conjunto <strong>de</strong> muebles firmados por Henri-Charles<br />

Boulle y realzados por tres tapices flamencos en perfecto estado<br />

<strong>de</strong> conservación, proce<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> un palacio borgoñón. Ver cosas<br />

hermosas era para él la mejor manera <strong>de</strong> animarse y olvidar las<br />

preocupaciones. Sin embargo, cuando hubo acabado su paseo a<br />

través <strong>de</strong> otras maravillas, no se resistió al <strong>de</strong>seo <strong>de</strong> interrogar<br />

al señor Bailey.<br />

—He oído <strong>de</strong>cir que han vendido recientemente a sir Eric<br />

Ferrals uno <strong>de</strong> sus sillones Luis XIV <strong>de</strong> plata y me ha<br />

sorprendido, dado el celo con el que Vauxbrun vela por esas<br />

piezas extraordinarias.<br />

—No sé quién ha podido <strong>de</strong>cirle algo semejante, príncipe.<br />

El señor Vauxbrun todavía no se ha resignado a partirse el<br />

corazón, y si llegara a hacerlo <strong>de</strong>s<strong>de</strong> luego no sería en beneficio<br />

<strong>de</strong>l barón Ferrals. A este señor sólo le interesan objetos <strong>de</strong> la<br />

Antigüedad. El último que le vendimos es una estatuilla <strong>de</strong> oro<br />

sacada hace unos siglos <strong>de</strong> un templo <strong>de</strong> Atenea.<br />

—Me habrán informado mal o yo habré entendido mal —<br />

dijo Morosini sin darle importancia al asunto—. Confieso que<br />

no lo conozco como coleccionista, quizá porque nunca he tenido<br />

tratos con él.<br />

El señor Bailey se permitió <strong>de</strong> nuevo sonreír.<br />

174

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!