11.05.2013 Views

Descargar - Alcaldia Municipal de San Miguel

Descargar - Alcaldia Municipal de San Miguel

Descargar - Alcaldia Municipal de San Miguel

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Juliette Benzoni<br />

—Hemos venido a <strong>de</strong>spedirnos —dijo este— y a expresarle<br />

toda nuestra gratitud por la generosa ayuda que nos ha<br />

prestado en unas circunstancias tan penosas. Mi mujer y yo…<br />

A Aldo no le gustaban los discursos y ese todavía menos.<br />

—¡Por favor, sir Eric! —lo interrumpió—. No tienen por<br />

qué agra<strong>de</strong>cerme nada. ¿Quién no estaría dispuesto a<br />

enfrentarse a ciertas dificulta<strong>de</strong>s por una joven en peligro? Y<br />

puesto que todo ha vuelto a la normalidad, ésa es mi mejor<br />

recompensa.<br />

Sus ojos no se apartaban <strong>de</strong> los <strong>de</strong> Ferrals, evitando<br />

<strong>de</strong>sviarse hacia Anielka para estar más seguro <strong>de</strong> conservar un<br />

dominio pleno <strong>de</strong> sí mismo. Una breve mirada le había bastado<br />

para constatar que estaba más encantadora que nunca con un<br />

vestido <strong>de</strong> crespón <strong>de</strong> China estampado en blanco y azul, y un<br />

estrecho turbante <strong>de</strong> la misma tela ciñendo su exquisita cabeza.<br />

La joven conservaba <strong>de</strong>masiado po<strong>de</strong>r sobre él y Aldo no tenía<br />

ganas <strong>de</strong> ponerse a tartamu<strong>de</strong>ar como un colegial enamorado.<br />

Pensaba que con esas palabras evitaría que se prolongara<br />

una visita más penosa que agradable, pero sir Eric tenía algo<br />

más que <strong>de</strong>cir.<br />

—Estoy convencido <strong>de</strong> ello. Sin embargo, quisiera que me<br />

permitiese materializar mi agra<strong>de</strong>cimiento aceptando esto.<br />

No cabía duda, lo que acababa <strong>de</strong> aparecer en su mano era<br />

el estuche <strong>de</strong>l zafiro, y por un instante Morosini se sintió<br />

dividido entre la sorpresa y las ganas <strong>de</strong> reír.<br />

—¿Me regala la Estrella Azul? ¡Pero eso es absurdo! Sé muy<br />

bien lo que esa piedra representa para usted.<br />

—Había aceptado separarme <strong>de</strong> ella para recuperar a mi<br />

mujer y gracias a usted lo he conseguido. Sería tentar al diablo<br />

querer conservarlo todo, y puesto que he recuperado lo más<br />

precioso…<br />

Ferrals tendía el estuche <strong>de</strong> piel a Aldo, pero este lo rechazó<br />

con un suave gesto que disimulaba maravillosamente bien el<br />

júbilo casi diabólico que lo invadía.<br />

—Gracias, sir Eric, pero la intención me basta. Ya no quiero<br />

esa piedra.<br />

314

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!