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Descargar - Alcaldia Municipal de San Miguel

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La Estrella Azul<br />

tenga miedo.<br />

—No <strong>de</strong> mí, espero. Estoy dispuesto a ofrecerle una vida <strong>de</strong><br />

reina y a ser con ella tan amable y paciente como sea necesario.<br />

—No lo dudo. Yo incluso diría que conocerlo ha <strong>de</strong>bido <strong>de</strong><br />

causarle una agradable sorpresa. Su padre, en cambio, me<br />

parece que tiene un carácter bastante agrio, y está muy<br />

interesado en que se celebre esta boda. Por lo menos tanto como<br />

usted en mi zafiro. Por cierto, me gustaría que me aclarase algo.<br />

Usted no es coleccionista <strong>de</strong> piedras históricas. ¿Por qué quiere<br />

entonces esa joya a toda costa?<br />

Sir Eric se levantó <strong>de</strong>l sillón, se apoyó en el mármol <strong>de</strong> la<br />

mesa, juntó las manos por la yema <strong>de</strong> los <strong>de</strong>dos y se acarició la<br />

línea saliente <strong>de</strong> la nariz.<br />

—Es una vieja historia —dijo, suspirando—. Usted dice que<br />

lleva cinco años buscando la Estrella Azul…, así es como<br />

siempre la han llamado en mi familia. Yo la busco <strong>de</strong>s<strong>de</strong> hace<br />

tres siglos.<br />

Morosini se esperaba cualquier cosa menos eso y por un<br />

instante se preguntó si aquel hombre estaba volviéndose loco.<br />

Pero no, parecía hablar en serio.<br />

—¿Tres siglos? —dijo—. Confieso que no lo entiendo; <strong>de</strong>be<br />

<strong>de</strong> tratarse <strong>de</strong> un error. Para empezar, nunca he oído <strong>de</strong>cir que<br />

al zafiro visigodo o zafiro Montlaure lo llamaran <strong>de</strong> otra forma.<br />

—Porque los Montlaure, cuando se apo<strong>de</strong>raron <strong>de</strong> él, se<br />

apresuraron a cambiarle el nombre. O quizá no lo conocían.<br />

—¿Se da cuenta <strong>de</strong> que está acusando a mis antepasados<br />

maternos <strong>de</strong> ladrones?<br />

—Usted acusa a mi futuro suegro <strong>de</strong> asesino o poco menos.<br />

Estamos empatados.<br />

El tono <strong>de</strong> ambos había cambiado. Aldo percibía que ahora<br />

se trataba <strong>de</strong> un duelo: las espadas estaban <strong>de</strong>senfundadas. No<br />

era momento <strong>de</strong> cometer un error, <strong>de</strong> modo que obligó a su voz<br />

a recuperar un registro más sereno.<br />

—Es una forma <strong>de</strong> ver las cosas —dijo, suspirando—.<br />

Cuénteme su historia sobre la Estrella Azul y ya veremos qué<br />

opinión merece. ¿Qué pue<strong>de</strong> tener en común su familia con los<br />

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