11.05.2013 Views

Descargar - Alcaldia Municipal de San Miguel

Descargar - Alcaldia Municipal de San Miguel

Descargar - Alcaldia Municipal de San Miguel

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

La Estrella Azul<br />

acontecimiento, comenzaron a dispersarse. Un rápido vistazo<br />

tranquilizó a Morosini sobre una posible llamada <strong>de</strong> la<br />

marquesa Casati: estaba muy ocupada consolando a su amiga,<br />

que había sufrido el suplicio <strong>de</strong> Tántalo, ya que no había<br />

podido comprar nada, y lloraba, <strong>de</strong>rrumbada sobre su silla. En<br />

unas zancadas, se acercó a su antiguo preceptor, que seguía<br />

sentado, seguramente en espera <strong>de</strong> que pasase la aglomeración.<br />

Él también lloraba, pero en silencio. Aldo se sentó en el asiento<br />

contiguo.<br />

—Señor Buteau —dijo con una gran dulzura—, cómo me<br />

alegro <strong>de</strong> volver a verlo.<br />

Le había cogido las manos, abandonadas sobre las rodillas,<br />

y las estrechaba entre las suyas. Los ojos castaños, que había<br />

conocido tan vivos, se volvieron entonces hacia él para<br />

contemplarlo con una especie <strong>de</strong> admiración.<br />

—Me reconoce, ¿verdad? Soy Aldo, su alumno.<br />

Un <strong>de</strong>stello <strong>de</strong> alegría brilló por fin en la mirada anegada<br />

<strong>de</strong> lágrimas.<br />

—¿Estoy soñando todavía o es usted <strong>de</strong> verdad?<br />

—No tema, soy yo. ¿Por qué nos <strong>de</strong>jó creer que había<br />

muerto?<br />

—Yo también lo creí durante mucho tiempo… Perdí la<br />

memoria como consecuencia <strong>de</strong> una herida en la cabeza. Había<br />

un gran agujero en mi vida…, pero <strong>de</strong>s<strong>de</strong> hace unos meses<br />

estoy curado… Bueno, eso creo. Pu<strong>de</strong> salir <strong>de</strong>l hospital y, con<br />

mi pensión, alquilé una habitación en la calle Meslay, bastante<br />

cerca <strong>de</strong> aquí.<br />

—Pero ¿por qué no tomó un tren y fue a Venecia? ¿Por qué<br />

no volvió a nuestra casa?<br />

—Verá, es que no estaba seguro <strong>de</strong> que esa parte <strong>de</strong> mi<br />

existencia fuera real. Podía haberla imaginado. Pasaron tantas<br />

cosas <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> mi cabeza cuando no sabía quién era ni <strong>de</strong><br />

dón<strong>de</strong> venía… Y Venecia está lejos, el viaje es caro. Si me<br />

equivocaba, si uste<strong>de</strong>s no existían, no habría podido volver a mi<br />

casa y…<br />

—Su casa es el palacio Morosini, su habitación, su<br />

229

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!