11.05.2013 Views

Descargar - Alcaldia Municipal de San Miguel

Descargar - Alcaldia Municipal de San Miguel

Descargar - Alcaldia Municipal de San Miguel

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

Juliette Benzoni<br />

policías <strong>de</strong> paisano, daba al gran vestíbulo.<br />

La presencia <strong>de</strong> dos ministros en ejercicio, <strong>de</strong> varios<br />

embajadores, <strong>de</strong> dos príncipes reinantes, uno en un principado<br />

europeo y el otro en un lugar <strong>de</strong>l Rajputana, justificaba por sí<br />

sola la vigilancia oficial, aunque tal vez menos que la<br />

acumulación <strong>de</strong> riquezas en la antigua biblioteca. Al entrar,<br />

Morosini creyó por un momento que se encontraba en la cueva<br />

<strong>de</strong> Alí Baba. Largas mesas cargadas <strong>de</strong> vajilla <strong>de</strong> plata o<br />

esmaltada, <strong>de</strong> cristalería, <strong>de</strong> grabados raros, <strong>de</strong> jarrones<br />

antiguos y <strong>de</strong> una infinidad <strong>de</strong> objetos preciosos enmarcaban<br />

otra, redonda y cubierta <strong>de</strong> terciopelo negro, don<strong>de</strong> estaban<br />

expuestas magníficas joyas sobre las que convergía la luz <strong>de</strong><br />

varios focos potentes. Había <strong>de</strong> todos los colores, joyas antiguas<br />

y a<strong>de</strong>rezos mo<strong>de</strong>rnos, pero, a pesar <strong>de</strong> la atracción que ejercían<br />

sobre él las piedras preciosas, Morosini sólo vio una, la que,<br />

colocada en la cima <strong>de</strong> una pirámi<strong>de</strong>, parecía reinar sobre las<br />

<strong>de</strong>más: el gran zafiro estrellado que no había contemplado<br />

<strong>de</strong>s<strong>de</strong> hacía muchos años. Y que no pintaba nada en aquel<br />

escaparate puesto que era la dote <strong>de</strong> Anielka y no un regalo.<br />

Esa gema maravillosa por la que se habían cometido<br />

crímenes estaba allí como un <strong>de</strong>safío, como una venganza. Y <strong>de</strong><br />

repente, los remordimientos que Morosini sentía <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el<br />

apretón <strong>de</strong> mano <strong>de</strong> sir Eric <strong>de</strong>saparecieron. El zafiro visigodo<br />

estaba expuesto para provocarlo y no había que buscar más<br />

lejos la explicación <strong>de</strong> una invitación en <strong>de</strong>finitiva insólita.<br />

Un arrebato <strong>de</strong> cólera invadió súbitamente a Morosini,<br />

junto con el violento <strong>de</strong>seo <strong>de</strong> <strong>de</strong>rribar ese pretencioso<br />

escaparate para llevarse lo que había sido un tesoro familiar y<br />

que tenían la osadía <strong>de</strong> exhibir ante sus ojos.<br />

Adalbert se percató <strong>de</strong> lo que le sucedía a su amigo y lo asió<br />

<strong>de</strong>l brazo susurrando:<br />

—No nos que<strong>de</strong>mos aquí. Le daría una satisfacción<br />

<strong>de</strong>masiado gran<strong>de</strong> si lo sorprendiera contemplando lo que le ha<br />

robado.<br />

—Y que ya no tengo muchas esperanzas <strong>de</strong> quitarle. Aquí,<br />

a la vista <strong>de</strong> todo el mundo y bajo la vigilancia <strong>de</strong> policías sin<br />

242

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!