Lecturas Tercera Agosto 2012 - Insumisos
Lecturas Tercera Agosto 2012 - Insumisos
Lecturas Tercera Agosto 2012 - Insumisos
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
tales, sujetos al influjo del cientificismo y racionalismo mecanicista. De ahí el hoy impensado deseo de no<br />
querer mezclar la economía con la física. Aún debían pasar décadas y décadas por los puentes de la Historia<br />
y ante nuestros ojos hasta que hiciera sentido común la nueva mirada que pos años 60 concluyó que la<br />
física, la vida social, la biología, todo ocurre en una danza en red, que somos en-red-dados.<br />
Volviendo al presente, y sobre la base de lo anterior, considero que más que un ataque ideologizado a la<br />
Economía Verde, en el presente los movimientos ecologistas y ciudadanos de todo signo deben operar con<br />
pragmatismo.<br />
Cuestionar, sin duda, una y otra vez con ideas y acciones algunas medidas de la Economía Verde, estilo<br />
PNUMA, que podrían tender a reproducir desigualdades sociales e implicar destrucción de ecosistemas,<br />
biodiversidad y socio-diversidad cultural; pero a la vez también reconocer y valorar que procesos como la reconversión<br />
energética y la expansión de nuevas fuerza productivas eco-tecno-eficaces, en distintos<br />
dominios, que están implícitos en la propuesta PNUMA, son avances con respecto al imaginario recién ayer<br />
del poder, y en ese sentido, deberían ser bienvenidas. El mismo PNUMA en recientes informes ha venido a<br />
relevar que la Economía Verde supone también poner coto a la lógica del consumismo indiscriminado. Y<br />
decir esto no es trivial, aunque por ahora sean palabras, a la larga cambian conciencias y quienes las<br />
pronuncian siempre quedan atrapados en ellas.<br />
Esta manera alternativa de entrar al debate por parte de la ciudadanía crítica es de un utopismo pragmático<br />
(la expresión es de Eduardo Yentzen). Y, en mi opinión, es la manera sabia y acorde a la nueva mirada de<br />
participar creativamente en la superación de la contradicción principal de nuestra época: entre antiguas<br />
fuerza productivas y relaciones de producción modernas (crecimiento económico sin considerar a la biosfera<br />
y acumulación apropiación en competencia feroz y sin equidad social) versus nuevas fuerzas eco-tecno<br />
eficaces (producir y reciclar/desmaterializar la economía en función del frágil equilibrio de lo vivo, economía<br />
humana incluida), y nuevas relaciones de producción (basadas en la colaboración, la reciprocidad y el<br />
consumo responsable o ético). Esa es la mejor manera de trascender debates crispados, que poco<br />
contribuyen ante la urgencia de la crisis y la necesidad de distintas miradas, en tanto es un valor<br />
constructivo.<br />
Ese abordaje co-creativo y en dialogo apunta a contribuir en lo que, según Juan Pablo Orrego, fue casi un<br />
grito en Río+20: ¡A salvar la Tierra!, tal como con vehemencia lo escribió en la crónica Ceguera latente:<br />
Peligro inminente (6). De cuyo grito resuena como eco la crucial e intima pregunta: ¿qué estamos haciendo<br />
cada día y cada uno de nosotros para disipar el velo de la ceguera y así, sino detener, al menos reorientarnos<br />
y minimizar los efectos de un colapso anunciado? Pregunta, además, que cada uno de nosotros se responde<br />
desde su propia memoria y legitimas perspectivas. Todo lo dicho es dicho por alguien (Humberto Maturana).<br />
Y cualquier alguien siempre lo dice desde su memoria encarnada que deviene de un singular y concreto vivir,<br />
con sus sueños y deseos. Y en ese proceso emergen encuentros–desencuentros, pues tenemos distintas<br />
memorias; pero en tanto simplemente es así como desde siempre co-construimos el mundo, hay espacio<br />
para el diálogo y el procesamiento en el respeto de las ineludibles y legítimas diferencias y conflictos.<br />
5) Al cierre quiero volver al inicio, cuando comentaba las contradicciones de nuestro querido presidente<br />
Mujica. Que en Río+20, en su honestidad y sencillez, dijera algunas cosas sustantivas haciéndose cargo de la<br />
crisis ecológica y política de la civilización, mientras que meses antes, en Rocha, a contracorriente, él se<br />
mofara de la defensa de los ecosistemas que hacían jóvenes y ecologistas de su país. Tal como lo escribí, esa<br />
humana contradicción solo expresaba la inmensa tensión de nuestro tiempo entre lo social y lo ambiental.<br />
Aún vivimos en un modo económico que es como un mega metabolismo. Es omnipresente la red global<br />
económico-social industrial- tecnológica-financiera creada por la modernidad. Ella nos envuelve y atenaza<br />
en la inercia inclusiva de una red de bienes y servicios. En ella, todos, desde nuestras diferencias, aportamos<br />
inteligencias y oficios, y también todos, desde cada singularidad, actuamos simultáneamente como<br />
productores y consumidores.