Lecturas Tercera Agosto 2012 - Insumisos

El truco consiste en robar en formas que son sistemática, impersonal y casi imposible de rastrear a los
autores individuales. Los empleadores, por ejemplo, simplemente puede programar sus computadoras para
ahorrar unos cuantos dólares de cada cheque de pago, o pueden requerir que los trabajadores muestran
treinta minutos o más antes de que el reloj comienza a correr.
Los prestamistas, incluyendo las compañías de crédito, así como los prestamistas de día de pago, han
asumido el papel tradicional del usurero esquina de la calle, la carga de las bajas tasas increíblemente altas
de interés. Cuando se complementa con cargos por pagos atrasados (ellos mismos objeto de interés), la tasa
que resulte de interés efectivo puede ser tan alto como 600 por ciento al año, lo cual es perfectamente legal
en muchos estados.
No es sólo el sector privado que se aprovechan de los pobres. Los gobiernos locales están descubriendo que
en parte puede compensar la disminución de los ingresos fiscales a través de multas, honorarios y otros
costos impuestos a los acusados indigentes, a menudo por delitos no más cobarde que conducir con una
licencia suspendida. Y si eso parece una forma ineficiente de hacer dinero, dado el alto costo de encerrar a
la gente, un número creciente de jurisdicciones han llevado a los acusados la carga de los costos de la corte
e incluso el precio de ocupar una celda de la cárcel.
El caso del cartel para la persecución del gobierno de la baja de entrada y salida tendría que ser Edwina
Nowlin, un hogar mujer de Michigan, que fue encarcelado en 2009 por no pagar 104 dólares al mes para
cubrir los gastos de habitación y de a bordo de sus 16 años de edad, hijo de la cárcel. Cuando ella recibió un
cheque de vuelta, ella pensó que le permitiría pagar por estancia en la cárcel de su hijo. Por el contrario, fue
confiscado y se aplica a costa de su propio encarcelamiento.
Gobierno se une a los saqueadores de los Pobres
Se podría pensar que los políticos tendría un gran interés en las cantidades que han sido robados, la
coacción o extorsión a los pobres, pero no hay un seguimiento de los esfuerzos oficiales para estas cifras. En
cambio, tenemos que recurrir a investigadores independientes, al igual que Kim Bobo, autor de Robo de
Salarios en los Estados Unidos , que estima que los salarios redes de robo de los empleadores por lo menos
$ 100 mil millones al año y, posiblemente, el doble. En cuanto a los beneficios extraídos por la industria de
préstamos, Gary Rivlin, quien escribió Broke EE.UU. : A partir de casas de empeño a la pobreza, Inc., y cómo
los trabajadores pobres se convirtió en negocio grande , dice que los pobres pagan un recargo efectivo de
alrededor de $ 30 mil millones al año para el ejercicio productos que consumen y más del doble que si se
incluyen las tarjetas de crédito, préstamos de alto riesgo subprime de automóviles e hipotecas de alto
riesgo.
Estos no son, por supuesto, cantidades triviales. Ellos están en el mismo orden de magnitud que los
principales programas públicos para los pobres. El gobierno distribuye cerca de $ 55 mil millones al año, por
ejemplo, a través de la más grande metálico de un solo programa de transferencias para los pobres, el
Earned Income Tax Credit , al mismo tiempo, los empleadores están desviando el doble de esa cantidad, si
no más, a través de robo de salarios .
Y mientras el gobierno en general, hace la vista gorda a las decenas de miles de millones de dólares en
intereses exorbitantes que las empresas cobran a los pobres, es especialmente cautelosos con los beneficios
públicos para los pobres. Asistencia Temporal para Familias Necesitadas, por ejemplo, nuestro único
programa de bienestar que queda en todo el país, sólo recibe $ 26 mil millones al año en fondos estatales y
federales. La impresión que queda de un sector público que se ha ido totalmente esquizoide: por un lado,
ofrecer redes de seguridad para los pobres, por el otro, lo que permite el robo a gran escala del sector
privado de las personas a las que supuestamente está tratando de ayudar.
A nivel local, sin embargo, el gobierno está optando cada vez más a participar en el saqueo. En 2009, un año
después de la Gran Recesión, empecé a escuchar las quejas de los organizadores de la comunidad acerca de