Lecturas Tercera Agosto 2012 - Insumisos
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movimientos altermundistas, lo marcaron muy bien. Sin embargo, me parece que también hay que observar<br />
que estas instancias tienen repercusión en ciertos ámbitos de la sociedad que están llenos de sentido y a los<br />
que no se llega de otra forma. Por ejemplo, la organización sindical y la defensa de las condiciones de<br />
trabajo. El acceso al gobierno por parte de estos sectores de resistencia es fundamental. La cuestión,<br />
entonces, debería pasar por la articulación de las diferentes formas de organización y de lucha, para que<br />
convoquen a sectores diferentes, con prácticas también diferentes. Es decir, para organizar la resistencia de<br />
todas las maneras posibles.<br />
Quizá uno de los déficits que, en algún momento, pueda representar un valor positivo es, precisamente, esa<br />
inorganicidad, que no les permite dar el salto cualitativo hacia lo político.<br />
Claro. La movilización tiene mucha importancia, pero también tiene límites. No todos los grupos sociales<br />
pueden estar movilizados, no todos se conectan a través de las redes, no todo se resuelve con la ocupación<br />
de la plaza pública... En definitiva, no hay lucha que no tenga alcances limitados. En un contexto como éste,<br />
con una reorganización hegemónica tan importante, es fundamental avanzar a través de todos los espacios<br />
posibles. Sobre todo, porque no queda muy en claro cómo se reestructura el poder ni cómo se debería<br />
ofrecer la resistencia más eficaz.<br />
El poder de la memoria<br />
En Poder y desaparición reflexionó sobre la “racionalidad” del aparato represivo y sobre la sistematicidad<br />
del terror, más allá de su testimonio como cautiva y víctima. ¿Cómo vive los juicios contra los responsables<br />
del terrorismo de Estado?<br />
Los juicios son una conclusión lógica, necesaria y saludable. Cuando una sociedad rechaza las formas<br />
autoritarias de organización del país y decide que esa forma ya no tendrá cabida, siempre es necesario un<br />
ajuste de cuentas en el campo del derecho respecto de esas prácticas ilegales y, de alguna manera, consigo<br />
misma. La Argentina, en ese sentido, ha sido un caso paradigmático. Pero mirar los setenta va más allá de la<br />
responsabilidad jurídica de quienes instrumentaron el terrorismo de Estado. La memoria tiene que ver,<br />
también, con entender los procesos que se dieron en nuestras sociedades, para reflexionar sobre cómo pasó<br />
lo que pasó y quiénes somos, cosa que no se puede agotar en lo jurídico.<br />
En eso, evidentemente, sí estamos un paso adelante respecto de otras sociedades.<br />
Por supuesto. Pero no sólo respecto de la región, sino también de los países centrales. ¿Dónde ha habido un<br />
ajuste con respecto a los abusos del pasado como el que hubo aquí? ¿Qué hizo Estados Unidos con el<br />
período de su Apartheid y su permisividad con el Ku Klux Klan, por ejemplo? ¿Qué ha hecho España respecto<br />
de los crímenes del franquismo? Los argentinos hemos dicho “esto no puede volver a ocurrir” y esto sí que<br />
es muy importante.<br />
El “modelo” mexicano<br />
Una parte importante del libro tiene anclaje en el “modelo mexicano” de lucha contra el crimen organizado<br />
como “enemigo interno”. ¿Qué elementos paradigmáticos tiene?<br />
Hablo de modelo porque esta discusión sobre la seguridad como fenómeno bélico llegó muy lejos en<br />
México. Y porque esta guerra contra el crimen organizado permitió un despliegue extraordinario de la<br />
violencia dentro de la sociedad. Esto tiene que ver con distintos fenómenos. Por un lado, la penetración de<br />
los poderes económicos ilegales entrecruzados con los poderes corporativos. De hecho, la economía legal<br />
está fuertemente articulada con la ilegal. Por el otro, la interprenetración de estas redes con el sistema<br />
político y con el Estado en sus distintas instancias.<br />
Usted reside en México desde hace varias décadas. ¿Cómo evalúa el proceso político en curso, con la vuelta<br />
del PRI al gobierno?<br />
El ascenso del PRI no significa un cambio sustantivo con respecto al gobierno del PAN. En realidad, han<br />
hecho una especie de alternancia para el sostenimiento de un mismo modelo. Seguramente habrá aspectos<br />
específicos que se van a modificar, pero no en sus elementos sustantivos. La resistencia a esto es<br />
importante, pero igualmente lo fue en 2006, cuando también se dio una movilización masiva ante el fraude,