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Capítulo 4. Determinación de la Metalicidad en estrellas de Tipo Vega 208<br />
a la polución, los efectos de la dilución explican porqué esto no es observado en las<br />
estrellas evolucionadas. La alta metalicidad superficial sería fácilmente disminuída a<br />
la metalicidad primordial de la estrella. Esto no excluye otras hipótesis, aunque podría<br />
ser un indicador de acreción de material rico en metales. Vemos entonces que, al<br />
día de hoy, no podemos descartar uno u otro mecanismo de enriquecimiento metálico.<br />
Para el caso de las estrellas de tipo Vega, vimos que no se observa un exceso de<br />
metalicidad, sino que muestran valores similares a los de la vecindad solar. El exceso<br />
de metalicidad en estrellas con exoplanetas, y por otro lado la baja metalicidad en<br />
estrellas de tipo Vega, son ambos compatibles con el modelo de acreción de núcleos<br />
explicado anteriormente (Greaves et al. 2006). A continuación, veremos brevemente<br />
cómo encajan ambos hechos observacionales en el modelo de acreción de núcleos.<br />
Por un lado, el modelo debe explicar que, mediante una mayor metalicidad del<br />
disco primordial, podemos formar un planeta gaseoso lejos de la estrella central, el<br />
cual luego debe migrar, y terminar cerca de la estrella. Mayor metalicidad significa<br />
que la cantidad de material sólido en el disco será mayor (a una masa total fija del<br />
disco). Pollack et al. (1996) encuentra que aumentando la densidad de sólidos en un<br />
50 %, (equivalente sólo a 0.18 M Tierra ), se reduce el tiempo para formar un Júpiter<br />
de 8 a 2 10 6 años. Si los núcleos se forman cuando el disco todavía está en la fase<br />
gaseosa (< 10 10 6 años), entonces acumulan envolventes gaseosas y luego migran<br />
debido al arrastre viscoso del gas. El efecto general de una mayor abundancia de<br />
sólidos en el disco, es acelerar el crecimiento de los núcleos (“cores”), con lo cual hay<br />
más tiempo para formar planetas gigantes y migrar antes de que el disco desaparezca.<br />
Por otro lado, el modelo debe explicar cómo es posible que discos primordiales de<br />
baja metalicidad, tengan finalmente una configuración de estrella de tipo Vega. En la<br />
parte externa del disco, los tiempos de crecimiento del núcleo son mucho mayores: le<br />
tomaría unos 3 Gyr para formar un núcleo con la masa de Plutón a 100 AU (Kenyon<br />
& Bromley 2004); el gas ya habría desaparecido y el planeta no podría acumular<br />
una envolvente gaseosa. Sin embargo, los planetesimales podrían continuar creciendo,<br />
siempre que haya material que gradualmente caiga al plano medio del disco y<br />
teniendo velocidades colisionales bajas. Entonces, los planetesimales todavía podrían<br />
formarse incluso en un disco de baja metalicidad, y sus colisiones mutuas producirían<br />
el polvo que observamos en las estrellas de tipo Vega. Aquí el tiempo deja de ser importante,<br />
ya que no hay necesidad de formar rápidamente un núcleo antes de agotar<br />
el gas del disco y que éste luego migre, como en el caso de las estrellas con exo-