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revista número 16 - ARTE, ARQUEOLOGÍA e HISTORIA

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Hasta el comienzo de Brasilia, Niemeyer (Río de<br />

Janeiro, 1907) tuvo una exitosa carrera también en<br />

solitario. Comunista convencido, el golpe militar de 1964<br />

le llevará al exilio, realizando en lo sucesivo un importante<br />

conjunto de obras para Israel, Francia, Italia, Argelia,<br />

Congo y Arabia Saudita.<br />

En 1956, el presidente de Brasil, el médico socialdemócrata<br />

Juscelino Kubitschek, decidía construir<br />

una nueva ciudad, Brasilia, para declararla capital<br />

administrativa y política de la nación y el fracaso de una<br />

utopía (Palomero, 1991: 905 y sigs.) Convoca un concurso<br />

con jurado internacional que, en 1957, otorgaba el primer<br />

premio al diseño presentado por Lucio Costa. A la hora<br />

de elaborar el proyecto, Costa parte de las conclusiones<br />

del IV Congreso Internacional de Arquitectura Moderna<br />

(CIAM), inspiradas por Le Corbusier y recogidas en la<br />

dogmática Carta de Atenas (1933). Las principales ideas<br />

de este planteamiento genérico, in temporal y universal<br />

del urbanismo eran la concentración de viviendas en<br />

altura, liberación de zonas intermedias para el paisaje,<br />

división de la ciudad en zonas especializadas y el centro<br />

cívico, que en Brasilia se concibe como un inmenso<br />

páramo, más apto para desfiles militares que lugar de<br />

encuentro ciudadano. A estas iniciativas añadía Costa la<br />

idea de apropiación del territorio virgen como «un gesto<br />

de espíritu conquistador propio de la tradición colonial»<br />

y se decantaba por el trazado en cruz, heredero del<br />

“castrum” romano.<br />

En el vértice de este triángulo, Costa dispone la Plaza<br />

de los Tres Poderes, de 400 metros de lado, donde Oscar<br />

Niemeyer levanta el Parlamento (órgano legislativo), el<br />

Supremo (órgano judicial) y el Planalto (órgano ejecutivo).<br />

Particular interés ofrece el Parlamento, que Niemeyer<br />

distribuye mediante terraplenes y explanadas en tres<br />

niveles: la Cámara del Senado, cerrada con una bóveda<br />

simple, la Cámara de los Diputados, cubierta por un<br />

casquete invertido, más dos edificios-torres de 45 metros<br />

de altura, cuya verticalidad actúa de contrapunto a la<br />

curvatura de los edificios contiguos y que sirven para<br />

alojar los servicios administrativos y los archivos de<br />

la ciudad. Todos estos bloques del Centro Cívico se<br />

yerguen como esculturas, presidiendo el panorama<br />

desértico de la plaza, donde según Bullrich, se critica 6<br />

el interés por reproducir en ella los espacios metafísicos<br />

de Giorgio de Chirico o la aventura interplanetaria de<br />

Flash Gordon había hecho perder la convivencia y<br />

comunicabilidad, elementos consustanciales de las<br />

vitales plazas hispanoamericanas 7 .<br />

En la segunda parte del siglo en México destaca<br />

Luis Barragán (1902-1988) cuya obra más sobresaliente<br />

son las torres de la Ciudad Satélite, proyectadas en<br />

colaboración con el escultor alemán afincado en México<br />

Mathias Goeritz. Y Ramírez Vázquez que proyecta el<br />

alabadísimo Museo de Antropología y la Nueva Basílica<br />

de Guadalupe.<br />

El dinero del petróleo renueva la arquitectura<br />

venezolana a cuyo frente está C. R. Villanueva que realiza<br />

la famosa Ciudad Universitaria caraqueña. También es<br />

mencionable Ciudad Guayana, otra ciudad de nueva<br />

planta.<br />

Los últimos años en Argentina han dado lugar a<br />

encontrados debates entre formalistas y funcionalistas,<br />

los que defienden los materiales tradicionales, caso del<br />

grupo SEPRA con el ladrillo 8 .<br />

Como no podía ser de otra manera la política<br />

revolucionaria cubana ha dotado a su nueva<br />

arquitectura con los valores de la industrialización y del<br />

comunismo 9 .<br />

2. Escultura<br />

En la escultura devocional, mestizos e indígenas<br />

seguían tallando sangrantes Cristos en maguey y<br />

títsingueri durante el siglo XIX. Al margen de la imaginería<br />

religiosa, que seguía los modelos barrocos hispanos y<br />

del frío neoclasicismo que impone el academicismo en<br />

«cipreses» y retablos, la escultura civil bebe también<br />

en las fuentes francesas. Se trata de una iconografía<br />

prosopopéyica y grandilocuente que exalta a los<br />

caudillos indígenas, a los héroes de la Independencia<br />

ya los presidentes mediante monumentos públicos que<br />

constelan calles y plazas.<br />

A partir de los años sesenta del XX, las investigaciones<br />

ópticas desarrolladas en París, por el trío de venezolanos<br />

Alejandro Otero, Jesús Rafael Soto y Carlos Cruz-Díez<br />

convierten al cinetismo en el movimiento escultórico más<br />

importante del panorama plástico hispanoamericano.<br />

Todos estos artistas parten de ]os juegos visuales<br />

e ilusorios del pintor francés de origen húngaro,<br />

Víctor Vasarely, para fundir esta postura dinámica y<br />

antitradicionalista, con otros «trucos perceptivos», como<br />

es el caso de que el movimiento está constituido por un<br />

cambio de sitio del espectador con respecto a la obra, lo<br />

que reclama la participación e intervención del público.<br />

Alejandro Otero (1921) es característico por sus<br />

colorritmos que consisten en pintar largos paneles de<br />

blanco y luego trazar rayas paralelas y diagonales de<br />

colores, cuyo efecto óptico les convierte en obras cinéticas<br />

y punto de referencia para los artistas venezolanos<br />

que se afilian a este movimiento. Luego trabaja en<br />

collages tridimensionales y papeles coloreados. Agotada<br />

esta fase, retorna el cinetismo, elaborando lo que él<br />

llama estructuras espaciales. Pablo Neruda lo llamó «el<br />

mejor escultor de América». Ejemplo de sus estructuras<br />

espaciales el bellísimo y aéreo Delta Solar, construido<br />

en Washington, o el famoso Caballo que centra el patio<br />

del Castillo Sforza, de Milán, en recuerdo y homenaje del<br />

que proyectó y nunca terminó Leonardo da Vinci.<br />

Arte, Arqueología e Historia<br />

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