revista número 16 - ARTE, ARQUEOLOGÃA e HISTORIA
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¿ADOCTRINAMIENTO O VIOLENCIA SIMBÓLICA?<br />
EL DISCURSO MORAL Y SUS ARTÍFICES EN LA<br />
ANDALUCÍA MODERNA. UNA APROXIMACIÓN<br />
AL AFÁN NORMATIVO Y LA COTIDIANIDAD<br />
TRANSGRESORA.<br />
María Ruiz Ortiz<br />
Universidad de Córdoba<br />
“Porque bien predicar si de verdad<br />
y propiamente hablamos, no está en dar gusto,<br />
ni doctrina, ni en declarar alguna cosa oscura, ni<br />
en probar ser verdad ni en persuadirla, sino en<br />
aprovechar a la salud espiritual con la palabra<br />
divina y doctrina del evangelio”<br />
Fray Agustín Salucio. Avisos. Siglo XVI. 1.<br />
El fuerte deseo por elevar el nivel religioso de los<br />
fieles católicos es anterior a la celebración del Concilio<br />
de Trento como se puso de manifiesto ya en algunos<br />
sinodales pero se acentuó más tras el final de éste,<br />
haciéndose más firme el control y la coacción social de<br />
la iglesia y su influjo sobre las masas populares. 2<br />
Todos los aspectos de la vida civil eran valorados<br />
por la medida de lo sagrado. La acción catequética y<br />
pastoral se centró en cuatro aspectos diferentes: elevar<br />
el nivel cultural de los fieles, asegurar la asistencia a<br />
misa, aumentar la predicación y garantizar al menos la<br />
obligación anual de la confesión.<br />
la celebración de la eucaristía los domingos y días<br />
festivos. Se intentó revalorizar la misa haciendo que<br />
fuera más dinámica y participativa. Insistieron en que<br />
los fieles se abstuvieran de las obras serviles del cuerpo<br />
y se entregasen a las del alma y el espíritu. Hay que<br />
mencionar que la variada casuística existente eximía a<br />
algunas actividades o rebajaba su rigor para las fiestas<br />
de voto particular pero, por lo general, todos los fieles<br />
sin excepción quedaban suscritos a este precepto 4 . Sin<br />
embargo, la herramienta fundamental fue la palabra<br />
sagrada siendo la predicación, sin duda, la actividad<br />
por excelencia para aleccionar a los fieles cristianos. El<br />
sermón vuelve a ocupar un lugar central en la vida de los<br />
andaluces de época moderna. La actividad desplegada<br />
por los predicadores fue impresionante, Aguilar Piñal<br />
definió el púlpito como: “verdadera escuela permanente<br />
de adultos”. 5<br />
Los andaluces de la Edad moderna debieron<br />
escuchar muchos sermones a lo largo de sus vidas.<br />
Blanco White afirmó rotundamente para el caso de la<br />
ciudad de Sevilla:<br />
Los creyentes estaban obligados a conocer la<br />
doctrina cristiana y el precepto pascual. Esto conllevaba<br />
saber (bajo pena de pecado mortal) las principales<br />
oraciones tales como el pater noster, el credo, la salve,<br />
los mandamientos de la ley de Dios, los de la Iglesia y los<br />
sacramentos. A esto había que sumarle la asistencia a la<br />
catequesis todos los domingos y festivos y aprender los<br />
contenidos de las famosas cartillas de doctrina. En este<br />
sentido cabe recordar que el aprendizaje de la lectura se<br />
realizaba con textos doctrinales cristianos. La oración se<br />
convirtió en uno de los remedios más recomendables. El<br />
confesor Juan de Pedraza así lo expresaba en su Suma<br />
de Casos de Conciencia:<br />
“Rezar cada día denotadamente algunas<br />
oraciones en lugar recogido<br />
y levantar el espíritu a pensar en los misterios<br />
de la fe, y en los pasados y beneficios recibidos,<br />
como decía David, a la tarde y a la<br />
mañana y al mediodía alabaré al señor,<br />
y oirá mi voz…” 3<br />
Las renovadas intenciones para disciplinar la<br />
conciencia de los fieles también se encargó de promover<br />
“El más lucrativo de los empleos de los frailes en<br />
esta ciudad es la predicación”<br />
Aproximadamente se recitaban una media de doce<br />
sermones diarios pertenecientes a distintas categorías:<br />
evangélicos, morales, dogmáticos, panegíricos,<br />
misionales…etc.<br />
Muchos de ellos fueron recitados por los más<br />
insignes predicadores tales como Fray Luis de Granada,<br />
Diego José de Cádiz, Francisco de Posadas, Fray Agustín<br />
Salucio, Fray Terrones del Caño 6 . Éste último llegó a<br />
criticar el bajo salario de los predicadores comparándolos<br />
con otros oficios:<br />
“Las artes mecánicas son carga para el cuerpo<br />
con que se ejercitan y le causan, pero el<br />
predicador fatiga el espíritu en estudiar, discurrir,<br />
ordenar y decorar el sermón…”<br />
El padre Miguel Ruiz pronunció un sermón el 15 de<br />
mayo de <strong>16</strong>15 en la parroquia de San Gil en la ciudad<br />
de Sevilla en el que retrataba el oficio de predicador de<br />
la siguiente manera:<br />
Arte, Arqueología e Historia<br />
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