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A riesgo de generalizar demasiado, finalmente<br />
podemos afirmar que el siglo xix fue escenario de una<br />
introducción lenta, pero progresiva, de nuevas ideas que<br />
cuestionaron y criticaron los modelos femeninos tradicionales,<br />
y brindaron elementos centrales para lograr que se<br />
reconocieran las capacidades y el derecho de las mujeres<br />
para incursionar en ámbitos externos al doméstico y familiar,<br />
como por ejemplo la educación profesional y el trabajo<br />
igualitariamente remunerado; planteamientos que, a su vez,<br />
serían también el punto de arranque de las futuras luchas<br />
por la obtención de los derechos de ciudadanía y, en general,<br />
de los espacios públicos y políticos que librarían las<br />
mujeres mexicanas desde las primeras décadas del siglo xx.<br />
Un testimonio, casi desconocido, pero que resume<br />
de manera ejemplar dicho proceso es el libro Mujeres Notables<br />
Mexicanas publicado por la Secretaría de Instrucción<br />
Pública y Bellas Artes hace ya más de un siglo, en septiembre<br />
de 1910, como parte de las celebraciones del primer<br />
centenario de la Independencia nacional. A lo largo de quinientas<br />
treinta y cuatro páginas, esta obra da cuenta de la<br />
vida de ciento veinte mujeres que, a partir de ese momento,<br />
al menos en términos simbólicos, se adentraron formalmente<br />
en la memoria histórica de nuestro país.<br />
Este libro, en su género el primero, y hasta la fecha<br />
todavía el más extenso, fue uno de los legados póstumos<br />
de la guerrerense Laureana Wright González, quien no<br />
vivió lo suficiente para contemplar la edición de las historias<br />
que, al menos durante los últimos dieciséis años de<br />
su vida había comenzado a publicar en distintas revistas<br />
literarias y, de manera particular, en aquellas dirigidas a sus<br />
contemporáneas.<br />
La publicación de Mujeres Notables Mexicanas,<br />
resultó tributo póstumo a la memoria de esta mujer, cuyo<br />
declarado amor por las letras la llevó a incursionar lo mismo<br />
en la prosa y la poesía, que en el ensayo histórico, filosófico,<br />
científico y moral; fue también una expresión palpable del<br />
victorioso ingreso en el imaginario cultural de México, de<br />
aquella identidad por la que tanto habían luchado ella y sus<br />
contemporáneas, y más atrás, sus madres, sus abuelas, y las<br />
abuelas de sus tatarabuelas.<br />
Una identidad de lo femenino que concebía a las<br />
mujeres como sujetos históricos, como individuos con un<br />
papel activo en la construcción social y cultural del país al<br />
que pertenecían. En otras palabras: por fin, en ese libro,<br />
quedaba registrada por escrito –e impresa– la memoria de<br />
aquel conjunto de mujeres que, más allá del origen étnico,<br />
la edad, la condición social, la adscripción ideológica, la<br />
creencia espiritual o la actividad desarrollada en vida, merecían<br />
ser adjetivadas como notables, merecían ser postuladas<br />
como un ejemplo a seguir, a imitar por las generaciones<br />
futuras.<br />
¿Por qué eran dignas de tal atención? Porque<br />
habían compartido también una convicción: más allá de<br />
ideas, expectativas y deseos de otros, ellas fueron capaces<br />
de pensar por sí mismas, de hablar con una voz propia, de<br />
decidir y actuar en consecuencia consigo mismas.<br />
Tal es, entre muchas otras, la trascendencia cultural<br />
de este libro, que sin embargo, yace desafortunadamente<br />
olvidado en un par de bibliotecas nacionales y alguna del<br />
extranjero. No obstante, cada una de sus páginas nos recuerda<br />
la batalla librada por aquellas mujeres, y la conquista<br />
final del territorio fértil sobre el cual construyen su vida las<br />
mexicanas de hoy: la creación de una identidad femenina<br />
que se reconoce asimismo como un sujeto cultural, como<br />
un individuo que participa activamente en la generación y<br />
el registro diario de la historia, de la suya, la de todos los<br />
días, y también, aunque a veces lo dude, lo olvide, o no lo<br />
crea, la de la historia de su país.<br />
Para recordarlo, bien vale la pena aventurarse en<br />
la búsqueda de alguno de los últimos ejemplares de este