You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
63<br />
Herencias de la<br />
modernidad. El ingreso de<br />
las mujeres a la educación<br />
formal: acciones… y<br />
discusiones<br />
Por ser demasiado extenso el dominio de la ciencia,<br />
conviene que las mujeres se atengan en él a las cosas<br />
de interés más inmediato para ellas, pues hay materias<br />
de cuyo conocimiento la gente culta no puede prescindir;<br />
las principales son: Moral y Religión, Historia, Geografía,<br />
Ciencias naturales, Economía doméstica y Literatura.<br />
Si es evidente que no está llamado el bello sexo a<br />
dogmatizar, usurpando el papel de los doctores en<br />
teología, también lo es que, para el gobierno racional<br />
de su vida, no le bastan las cortas nociones que, en la<br />
niñez, recibiera del Catecismo. 10<br />
La conveniencia de que las mujeres acudieran a las aulas<br />
escolares fue una idea aceptada del todo por la política<br />
educativa mexicana, a partir de la segunda mitad del siglo<br />
xix, y de manera especial, durante el prolongado gobierno<br />
de Porfirio Díaz (1876–1910). A lo largo de más de treinta<br />
años, el desarrollo de la política de modernización y progreso<br />
impulsada por el general Díaz permitió consolidar<br />
muchos proyectos de crecimiento económico y social anhelados<br />
por los gobiernos de corte liberal que le precedieron,<br />
entre ellos el de la educación.<br />
En otras palabras, y al igual que ocurrió con la<br />
imitación de los códigos legales franceses, modernizar la<br />
educación fue una prioridad del gobierno porfirista que,<br />
como ya se ha dicho, retomó diversos elementos del modelo<br />
social propuesto por la filosofía positivista que paralelamente<br />
cobró auge. En particular, la idea de que sólo mediante<br />
el orden, la estabilidad y la educación, sería posible<br />
que el progreso arribara a nuestro país, y con ellos, la tan<br />
ansiada prosperidad económica y cultural de las naciones<br />
modernas.<br />
En dicho contexto, y bajo la dirección de los diferentes<br />
responsables de la política educacional, de manera<br />
especial durante la estancia de Joaquín Baranda como titular<br />
de la Secretaría de Justicia e Instrucción Pública, se dio impulso<br />
y continuidad a varios de los proyectos de educación<br />
femenina más importantes hasta entonces, entre ellos, la ley<br />
de instrucción primaria obligatoria para ambos sexos promulgada<br />
en 1861; la fundación de la Escuela Nacional Secundaria<br />
para niñas (originalmente bautizada como Escuela<br />
Secundaria para Personas del Sexo Femenino) en 1869;<br />
la creación de la Escuela de Artes y Oficios para mujeres<br />
(1871), e incluso, con el ánimo de “reforzar la formación<br />
pedagógica y científica de las alumnas”, la modificación<br />
de los planes de estudio de colegios (Liceos o Institutos Literarios)<br />
con un nivel equiparable al de secundaria ubicados<br />
10 D. L. J. Verdollin, Manual de las Mujeres, París, 1881, p. 175.