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el sector obrero, y en menor medida el campesino, se movilizaron.
En 1958 surgió un movimiento campesino bajo el
liderazgo de Jacinto López, dirigente de la Unión General
de Obreros y Campesinos, que consistió en la invasión
de tierras en Sonora, Nayarit, Colima y Baja California.
Asimismo, mientras los trabajadores ferrocarrileros organizaban
manifestaciones y paros escalonados en todo el
país, bajo la conducción de Demetrio Vallejo, los maestros
también se movilizaban comandados por Othón Salazar,
quien fundó el Movimiento Revolucionario Magisterial. Los
maestros organizaron una manifestación en el zócalo de la
capital en abril de 1958, a la que se unieron estudiantes,
ferrocarrileros, telegrafistas y petroleros. Como en todos
los casos, la manifestación fue duramente reprimida. 28 Los
conflictos obreros persistieron; para liquidar el problema,
y bajo la lógica de “todo el poder del Estado”, Othón
Manifestación de maestros el 18 de agosto de 1956. Archivo General de la Nación,
Archivo fotográfico Hermanos Mayo, sobre 10,313.
Salazar fue detenido y encarcelado en septiembre de ese
año y Demetrio Vallejo a los pocos meses de que el presidente
López Mateos asumiera el poder.
Faltan investigaciones sobre la participación de las
mujeres en los movimientos obreros y magisteriales de la
década, que nos permitan evaluar el desarrollo de su activismo
en estos ámbitos. Desde luego, el Movimiento Revolucionario
Magisterial contó entre sus filas con un contingente
muy importante de maestras. Ya hemos destacado cómo a lo
largo de la historia del México independiente, fueron ellas
el sector más propositivo y combativo: en la demanda de
derechos tanto laborales como políticos, en el advenimiento
del incipiente feminismo, la lucha por el sufragio, su participación
en la Revolución Mexicana, la defensa de la educación
socialista y la pugna por reivindicaciones para su sexo.
De manera similar, tanto las obreras como las compañeras
de los trabajadores protagonizaron una historia de combate
por mejores condiciones laborales y derechos sociales.
Un ejemplo lo representó el caso de los mineros de
Nueva Rosita, Coahuila que, en 1951, marcharon durante
cincuenta días hasta la Ciudad de México buscando que
sus demandas laborales y sindicales fueran escuchadas
por el presidente Alemán. Durante la huelga las mujeres
formaron la Alianza Femenil Socialista Coahuilense y se enfrentaron
a la represión de las autoridades. En una marcha
sin precedente en la historia obrera, algunas participaron
caminando al lado de los mineros, y fueron encerradas con
ellos tras las alambradas del deportivo “18 de Marzo”. Las
que se quedaron al cuidado de los suyos hicieron frente a
las armas del ejército en la mina, a las medidas represivas
de las autoridades patronales y se dedicaron a presionar a
los detractores de la movilización. 29
28 José Agustín, Tragicomedia mexicana 1, México: Editorial Planeta,
Colección Espejo de México, 1990, p. 158.
29 El caso puede consultarse en “Caravana de 1951”, en el Portal del
Gobierno Municipal de San Juan de Sabinas, http://www.nuevarosita.
gob.mx/nuevarosita.php?qry=caravana