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214<br />

Fin de una época, inicio del<br />

movimiento contracultural<br />

Lo visto hasta ahora nos muestra que las mujeres tuvieron<br />

que desarrollar el reclamo de sus reivindicaciones sociales,<br />

políticas y civiles insertas en una sociedad hermética y profundamente<br />

conservadora. Durante los años cincuenta, las<br />

posibilidades de participar en política se reducían a las actividades<br />

delimitadas por el partido en el poder, a la vez que<br />

seguían consolidándose los dos pilares del orden social: la<br />

familia y el Estado. Para normar el comportamiento social<br />

el gobierno recurrió a decretos presidenciales, impuso la<br />

censura y confluyó con la Iglesia católica en una campaña<br />

nacional a favor de la decencia. 30 En 1951, por ejemplo, se<br />

lanzó la Campaña Nacional para la Moralización del Ambiente<br />

que, sobre todo, se dedicó a diseñar las pautas de<br />

conducta femenina, misma que era asumida como garantía<br />

del orden familiar vigente.<br />

Por otro lado, la agitación social acaecida entre<br />

1958 y 1959, motivó una campaña anticomunista, también<br />

a cargo de la jerarquía católica. Se organizaron manifestaciones<br />

de repudio y la leyenda de “Cristianismo sí, comunismo<br />

no” invadió las calles. 31 El Movimiento Familiar<br />

Cristiano condenaba que el comunismo desintegraba a las<br />

30 Laura Pérez Rosales. “Censura y control. La Campaña Nacional de<br />

Moralización en los años cincuenta”, en Historia y grafía, núm. 37, julio–diciembre,<br />

Departamento de Historia, Universidad Iberoamericana,<br />

México, 2011, p. 83.<br />

31 María Martha Pacheco, “¡Cristianismo sí, comunismo no! Anticomunismo<br />

eclesiástico en México”, en Estudios de Historia Moderna y Contemporánea<br />

de México, núm. 24, julio–diciembre, México: Instituto de<br />

Investigaciones Históricas, unam, 2002, p. 152.<br />

familias; su radicalismo llegó al grado de afirmar que “los<br />

comunistas estaban presentes en las escuelas normales, en<br />

el snte, la Universidad Nacional, el inah y en puestos clave<br />

de la sep”. 32 Esta idea se vio reforzada con la creación, en<br />

1959, de la Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuitos,<br />

la cual fue percibida como una acción de tendencia<br />

comunista.<br />

En el ámbito internacional, principalmente en Europa<br />

y Estados Unidos, la época de posguerra recuperó<br />

el discurso de domesticidad, reconstruyó el patrón cultural<br />

de la mujer dedicada al hogar y, a través de los medios de<br />

comunicación y las revistas del corazón, la regresó a “su esfera”.<br />

Este modelo, como afirma Mary Nash, tuvo un fuerte<br />

arraigo internacional. La feminidad se convirtió nuevamente<br />

en la apropiación de la maternidad como vía de realización<br />

y produjo un fuerte retroceso en la presencia pública de<br />

las mujeres. 33 En México, donde la situación era similar,<br />

esta influencia se tradujo en el reforzamiento de la figura<br />

de esposa abnegada y, entre la clase media en particular,<br />

en un aumento al consumo de artículos para el hogar y el<br />

rechazo sistemático al feminismo.<br />

La época de posguerra recuperó el<br />

discurso de domesticidad. En México<br />

esta influencia se tradujo en el<br />

reforzamiento de la figura de esposa<br />

abnegada.<br />

32 Ibid., p. 161.<br />

33 Mary Nash, Mujeres en el mundo. Historia, retos y movimientos, 2ª ed.,<br />

Madrid: Alianza Editorial, 2012, pp. 167–168.

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