liberales-liberadas-2da

117
de impedir el regreso de los trabajadores a la planta ante
la ofensiva del gobierno por suprimir el movimiento. En los
enfrentamientos Isabel Díaz de Pensamiento, Carmen Cruz,
Filomena Pliego, Anselma Sierra, Margarita Martínez y Lucrecia
Toriz, entre otras, se organizaron y pelearon. Toriz,
por citar un ejemplo, marchó con el pendón del “Círculo
Recreativo Mutualista Morelos”, agitando a los trabajadores
con frases subversivas. 32
En la época en que se publicó el programa del plm,
los intelectuales fundadores del partido ya se habían dividido.
Entre Ricardo Flores Magón y Camilo Arriaga surgieron profundas
diferencias ideológicas que causaron su rompimiento.
Las mujeres optaron por seguir a alguno de los líderes; Juana
Belén Gutiérrez, Sara Estela Ramírez y Elisa Acuña tomaron
partido por Arriaga. En esta coyuntura, una de las figuras
femeninas más importantes dentro del círculo de Arriaga fue
Dolores Jiménez y Muro, quien trabajó con Gutiérrez de Mendoza
y Acuña y Rosete en la formación de una agrupación
llamada Socialistas Mexicanos en 1907. Fundaron también el
periódico antiporfirista Anáhuac como órgano de la agrupación,
y se dedicaron a organizar obreros que posteriormente
participarían en el Complot de Tacubaya.
Dolores Jiménez y Muro nació en 1848, en el seno
de una familia de firmes convicciones liberales, hecho que
propició su formación en artes, lectura y creación literaria.
Durante el Porfiriato se integró a labores filantrópicas y fue
donde tomó conciencia de la situación social del país. Un
hecho significativo era que Dolores tenía más de sesenta
años cuando se unió a los precursores intelectuales de la
Revolución, Camilo Arriaga y Antonio Díaz Soto y Gama;
doblaba la edad a sus compañeras precursoras. 33 Bajo
la dirección de Camilo Arriaga, el grupo de intelectuales
32 Bernardo García Díaz, “Apuntes sobre la huelga de Río Blanco”, en
Anuario II, Centro de Investigaciones Históricas, Universidad Veracruzana,
1979, pp. 200–201.
planeó el Complot de Tacubaya como apoyo al movimiento
maderista. Para el intento de rebelión, traicionado en mayo
de 1911, se había diseñado el Plan Político Social proclamado
por los estados de Guerrero, Michoacán, Tlaxcala,
Puebla, Campeche y el Distrito Federal. Conocer las ideas
que contiene el programa resulta importante porque constituyen
la base de planes sociales que se enarbolarán durante
la lucha armada y porque su redactora fue Jiménez y Muro.
Entre los postulados del Plan Político Social se
proclamaba como ley suprema la Constitución de 1857, el
voto libre y la no reelección; se proponía la reorganización
de las municipalidades suprimidas, y la devolución de las
tierras usurpadas a sus legítimos dueños. La intervención
de Dolores fue clave en cláusulas como la referente a la
equidad en los alquileres de vivienda, evitando a los pobres
el pago de rentas elevadas; la protección y dignificación de
la raza indígena y la demanda de mejores salarios para los
trabajadores de ambos sexos. 34 En el plan se reconocía a
Madero como presidente provisional y Jefe Supremo de la
Revolución, pero su contenido proponía, además, profundas
reformas sociales que sólo podían haber sido contempladas
por actores con una visión clara de la situación nacional en
todos los niveles. El plan llegó a manos de Emiliano Zapata
y cuando supo que Jiménez y Muro lo había redactado, la
invitó a incorporarse a las filas zapatistas. Sin embargo,
para esas fechas Dolores se encontraba detenida en la cárcel
de Belén junto con Gutiérrez de Mendoza.
33 Para conocer más sobre la vida de este personaje ver Oresta López y
Varinia Hernández, “La Soledad y el fuego de Dolores Jiménez Muro”, en
La Jornada, 5 noviembre, 2001.
34 El Plan Político Social se encuentra en Gildardo Magaña, Emiliano
Zapata y el agrarismo en México, Tomo I, México: Instituto Nacional de
Estudios Históricos de la Revolución Mexicana, edición facsimilar, 1985,
pp. 124–126.