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Al igual que en el caso de la Normal de Profesoras,<br />
paralela a la inauguración de los primeros kindergartens,<br />
se implementaron cátedras para la formación de<br />
maestras normalistas especializadas en dicho nivel educativo;<br />
proyecto dirigido por las profesoras Bertha von Glumer<br />
y posteriormente Carmen Ramos del Río, quien años más<br />
tarde inauguraría los primeros cursos de Técnica Preescolar<br />
en la Escuela de Altos Estudios, de la Universidad Nacional<br />
de México. Asimismo, la demanda de ingreso a la Escuela<br />
Nacional de Maestras de Jardines de Niños desbordó<br />
desde sus primeros años a la institución (que sin embargo<br />
contó con un edificio propio hasta 1960), y aun cuando<br />
enfrentó un sinfín de problemas presupuestales (agravados<br />
por los albores de la Revolución que enfrentó el país hacia<br />
1910), este nivel de enseñanza se consolidó como ámbito<br />
profesional exclusivamente femenino, tanto en el ejercicio<br />
docente como en la administración institucional.<br />
En ese sentido, debe señalarse que al igual que en<br />
las instituciones de educación antes revisadas, el perfil de<br />
la maestra de párvulos fue la instancia que con mayor intensidad<br />
reforzó la concepción tradicional de la mujer como<br />
madre y educadora; en palabras de Estefanía Castañeda:<br />
“Las cualidades de dulzura, paciencia, serenidad, en ninguna<br />
parte como en el kindergarten pueden desarrollarse:<br />
el amor a la niñez”; 20 es de llamar la atención el hecho de<br />
que entre las fundadoras de este nivel educativo, destacan<br />
dentro de la literatura pedagógica: Estefanía Castañeda y<br />
Cáceres, Rosaura Zapata Cano, Carmen Ramos del Río; pertenecen<br />
a una generación de mujeres singulares y de sumo<br />
interés para comprender algunos aspectos de un proceso<br />
de transición complejo entre el estereotipo dominante de lo<br />
femenino (donde las<br />
mujeres no son concebidas<br />
como individuos<br />
aptos para el<br />
desarrollo intelectual<br />
y la toma de decisiones<br />
en el ámbito institucional<br />
y público)<br />
a otro en el que, aun<br />
sin abandonar del<br />
todo el terreno de lo<br />
privado–materno, se<br />
convierten en personajes<br />
centrales de un<br />
espacio que además<br />
de haber sido creado<br />
y dirigido por ellas,<br />
les permitió construir un destino personal de mayor libertad,<br />
y en el que el “incumplimiento” del ejercicio directo de<br />
la maternidad (ninguna se casó ni tuvo hijos), pareció no<br />
representar una afrenta social ni un conflicto personal en<br />
tanto se ampliaba al conjunto de la sociedad. No sólo en<br />
la formación moderna de los futuros ciudadanos, sino también<br />
al subsanar algunas de las problemáticas en relación<br />
a su posibilidad de ser madre. Tal como señalara Estefanía<br />
Castañeda en la inauguración del kindergarten anexo a la<br />
Casa Amiga de la Obrera: “Los niños pobres reciben el<br />
cuidado que requieren tanto para el cuerpo como para el<br />
alma, y la madre encuentra ahí un refugio para su tierno<br />
vástago mientras atiende su diaria y ruda labor”. 21<br />
20 Estefanía Castañeda, “El kindergarten como escuela de vida para la<br />
mujer”, Boletín de Instrucción Pública, 1906, p. 78.<br />
21 Archivo Histórico sep, Colección Personal sobresaliente, caja 8, exp.<br />
E. Castañeda y Cáceres.